jueves, 19 de febrero de 2009

Alerta roja en Nicaragua por nuevo Código de Ética periodística

MANAGUA.- La propuesta de un Código de Ética periodística hecha por el Comité de Ética y Honor del Colegio de Periodistas de Nicaragua (CPN), abriría las puertas para que el Estado regule el ejercicio periodístico, según el periodista y director de la revista 'Medios y Mensajes', Guillermo Cortés Domínguez.

Cortés, quien participó en la comisión creadora de la primera propuesta de Código de Ética, en 1995, divulgó por correo electrónico y confirmó a 'La Prensa' sus críticas al nuevo código que se pretende aprobar mañana sábado en el congreso nacional para la elección de las nuevas autoridades del CPN.

“El documento fusionado presentado por el Comité contiene consideraciones peligrosamente graves contra la libertad de expresión, al consignar que se debe regular jurídicamente el ejercicio periodístico y abrir las puertas para que el Estado tome medidas en este sentido. Una conquista histórica del gremio está amenazada”, analizó Cortés.

El presidente del Comité, Mario Fulvio Espinoza, negó que pretendan la regulación estatal. “Todo lo contrario, el documento establece que el Colegio tiene suprema autonomía para regularse en el ejercicio”, sostuvo. Sin embargo, la propuesta pide se agregue a la Ley Creadora del Colegio de Periodistas, un capítulo para “regular el ejercicio del periodismo”.

El polémico Código de Ética del Comité del Colegio y del cual tiene copia 'La Prensa', contiene al final una “explicación razonada” en la que éste sugiere que algunos artículos de la propuesta “al ser dirigidos a normar de manera directa los procedimientos que usan los propietarios de medios para sus informaciones, no deben estar en el código”, sino “ser parte del articulado de la Ley 372 —creadora del CPN— en un nuevo capítulo que deberá llamarse “Procedimientos para regular el ejercicio del periodismo en Nicaragua”.

Estos artículos (25, 26, 29 y 30) se refieren al tratamiento de la información como un bien social y no una mercancía que pasa sobre el derecho a las réplicas y rectificaciones; el respeto al trabajo profesional de los periodistas y su participación en la toma de decisiones sobre la política informativa del medio.

También, el no favorecer con noticias los propósitos lucrativos que contravengan el ejercicio profesional del periodismo y la clara diferenciación entre información y propaganda comercial o política.

Para Cortés, la creación de este capítulo y su nombre constituyen un concepto “gravemente peligroso para la libertad de expresión”, porque “podría originar medidas coercitivas y represivas”.

“Abren un enorme, peligroso y gravísimo portón para la regulación del periodismo por parte del Estado”, insistió Cortés en sus comentarios.

El temor por este Código de Ética y su aprobación, con todo y las sugerencias para el nuevo capítulo en la Ley 372, aumenta también con la elección de las nuevas autoridades del Colegio prevista para mañana, cuando se oficializarán las candidaturas, entre ellas la de Leonel Laguna, a quien algunos critican por sus vínculos oficialistas.

Espinoza dijo que “el Colegio de Periodistas no acepta que organizaciones políticas tengan injerencia en los destinos del Colegio”.

Pero para Cortés (en la imagen), “varios hechos de esta naturaleza no pueden ser casuales. Son los problemas de confundir los intereses partidarios-gubernamentales con los gremiales.

Con un Código de Ética trunco y renco, con una ley represiva y con una junta directiva del Colegio subordinada al partido de gobierno, la libertad de expresión en Nicaragua estaría en un gravísimo peligro. Por eso el documento del Comité no debe ser aprobado sin antes subsanarlo”, advirtió.

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