CARACAS.- El periodista independiente Hollman Morris denunció que en los últimos días recibió 50 amenazas de muerte, luego de que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, lo atacara públicamente por supuestas vinculaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). El comunicador fue detenido el domingo pasado por militares, después de que participara en la liberación por parte de la guerrilla de cuatro uniformados entregados a una misión humanitaria encabezada por la senadora Piedad Córdoba y por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
“Nosotros hemos contado hasta este momento cincuenta amenazas de muerte, donde dicen que ya llegó la hora de que alguien me asesine. Eso es lo que logra el presidente Uribe con ese tipo de señalamientos”, afirmó Morris este viernes en una entrevista con la cadena Telesur.
El periodista recordó que en 2005 el mandatario colombiano lo acusó de prestarse para filmar un ataque de las Farc, hecho que se demostró que era falso.
“El gobierno rectificó de una manera tímida que fue una lamentable equivocación, pero en el fondo consiguen que a partir del 2005 se hayan incrementado las amenazas contra mi vida, contra la seguridad del equipo que realiza (el programa) Contravía y contra mi familia”, señaló Morris.
Para el comunicador, el gobierno de Colombia pretende acabar con su credibilidad “poniéndome como auxiliador de las Farc o persona que le hace publicidad a la guerrilla. Eso es falso”.
Según Morris, estos señalamientos por parte del Ejecutivo tienen como resultado la estigmatización y el señalamiento que le cobró la vida a cientos de personas.
“Lo que está haciendo Uribe no está dentro del juego limpio de la democracia. No solamente es a Hollman Morris. Han convertido esto en una práctica que pareciera estratégica de la política de seguridad democrática”, remarcó.
El domingo pasado, el comunicador estuvo presente en la selva colombiana durante la liberación de cuatro retenidos por parte de las Farc, hecho que calificó como “coincidencia”, ya que se encontraba filmando un documental sobre el conflicto armado que vive el país.
Según Morris, diez días antes había comenzado un viaje hacia la selva del Caquetá buscando un contacto con la insurgencia y luego le confirmaron que podía desarrollar su labor de documentalista “en el marco de la liberación”, propuesta que aceptó.
Luego de la liberación de uniformados, el comunicador estuvo retenido por militares colombianos que le exigieron entregar el material fílmico y periodístico que estaba en su poder.
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