jueves, 26 de febrero de 2009

El 'San Francisco Chronicle' lucha por seguir circulando en papel pese a un combate desigual con Internet


SAN FRANCISCO.- El diario 'San Francisco Chronicle', un diario con casi 150 años de historia y cabecera de referencia en la bahía de San Francisco, se unió a la larga lista de periódicos de Estados Unidos con graves dificultades financieras y al borde de la extinción por lo que su propietario anunció importantes recortes de empleo y de otros gastos, como último esfuerzo para revertir años de pérdidas, algo derivado de la situación económica nacional.

La compañía Hearst Corp. informó que venderá o cerrará el diario, el principal del norte de California con una circulación pagada de 339.430 ejemplares, si no puede reducir sus gastos en los próximos meses.

Hearst no especificó los objetivos de ahorro o la fecha límite para reducir los gastos. Tampoco se recibió una respuesta inmediata de uno de sus voceros. Pero su gerencia dejó en claro que como parte de la reducción de costos se necesitará una gran cantidad de recorte de empleos sindicalizados y no sindicalizados.

La compañía no especificó el número total de despidos de personal, pero sí que iniciará contactos con el sindicato Local 39521 de Trabajadores de Medios del Norte de California (NCMWG, por sus siglas en inglés), que representa a la mayoría de la planta laboral.

"Nuestra situación actual obliga a que logremos ese ahorro de costos rápidamente", señaló el editor del Chronicle, Frank Vega, en un memorando al personal.

"Los negocios como eran antes ya no son hoy una opción".

El San Francisco Chronicle lleva perdiendo dinero desde la crisis de las "puntocom" a comienzos de la década y ni el reciente aumento de su precio ni el éxito nacional de SFGate, su versión online, han logrado sanear su cuenta de resultados.

Los problemas de este periódico son un ejemplo más de las dificultades que atraviesa todo el sector de la prensa escrita en EE.UU., afectados por la competencia de los sitios gratuitos de noticias en Internet, el descenso en la circulación y la caída en los ingresos publicitarios.

La actual crisis económica ha empeorado las cosas y la reducción en el número de anuncios ha provocado en muchos casos la paradoja (como ocurre en el caso del Chronicle) de que el precio del diario no cubre los costes de edición, impresión y reparto a domicilio.

The Chronicle ha sido un problema financiero para Hearst desde que la compañía, con sede en Nueva York, compró el diario en un complicado trato evaluado en 660 millones de dólares. La compra del año 2000 resultó tener una mala sincronización.

Poco después de que Hearst tomó el control del diario, el San Francisco Chronicle fue afectado por una tendencia a la última tecnología, que hizo que sus ingresos por publicidad se encogieran.

Tras perder más de 50 millones de dólares el año pasado, Hearst informó que el Chronicle está frente a un comienzo aún peor este año pues los anunciantes redujeron sus presupuestos de publicidad y prefieren invertir cada vez más dinero a Internet.

El renombrado grupo de prensa Hearst Corporation anunció pues que recortará un número "significativo" de empleos en el Chronicle, con el fin de reducir los costes y evitar el cierre del principal diario de esta ciudad californiana.

"Sin los cambios que pedimos a la organización del Chronicle, nos vemos ante las opciones o de buscar un comprador o, en caso en que no lo encontremos rápidamente, de cerrarlo", declaró el director general de Hearst, Frank Bennack, citado en un comunicado.

Según Hearst, el San Francisco Chronicle acumula pérdidas que se remontan a 2001, antes de que el país fuera golpeado por la crisis financiera.

Bennack precisó que habrá que alcanzar un acuerdo "en las próximas semanas" para evitar la venta o el cierre, e indicó que prevé ese recorte de empleos.

"Es una realidad de vida, debemos vivir según nuestros medios, algo que no hemos hecho en los últimos años", dijo el presidente del San Francisco, Chronicle Frank Vega, citado en un artículo del sitio 'web' del diario.

No es la única cabecera que Hearst están pensando en cerrar, también el Seattle Post-Intelligencer podría dejarse de publicar en vista de la devastadora caída de los ingresos por publicidad y las pérdidas que el diario acumula.

El 'San Francisco Chronicle' fue fundado en 1865 como 'The Daily Dramatic Chronicle' por los jóvenes hermanos Charles de Young y Michael H. de Young.

El Chronicle, que se fundó poco después de la fiebre del oro en California, ha sido un elemento esencial de la vida diaria de la zona

El papel fue creado en San Francisco y circuló como periódico en West Coast en los Estados Unidos en 1880; hoy en día es el periódico más grande del Norte de California, sirviendo, principalmente, a la Área de la Bahía de San Francisco pero distribuido al norte de California, incluyendo las áreas de Sacramento y Costa Norte.

'Los Angeles Times' excede la circulación del 'San Francisco Chronicle' en West Coast, mientras que el papel ha sido categorizado como el 12° en circulación nacional.

El periódico tiene una plantilla de 275 personas. El mítico periódico, que contó entre sus colaboradores con Mark Twain o Bret Harte, ha visto como su circulación se redujo un 7% en los seis meses que concluyeron el 30 de septiembre pasado.

La corporación Hearst es propietaria de otros 15 diarios, incluidos el Houston Chronicle, San Antonio News-Express y el Albany Times-Union, en New York.

El 9 de enero pasado, anunció que si no aparecía un comprador de su diario Seattle Post Intelligencer para marzo próximo, lo que no ha ocurrido, el rotativo cerrará sus puertas de manera definitiva.

Cada semana, el Chronicle es leído por más de 1.600.000 mil lectores en el área de la bahía y es considerado uno de los 10 sitios de noticias en internet más grandes de Estados Unidos.

En el área de la bahía existen 21 diarios, entre los más importantes están el San Jose Mercury, Sacramento Bee, Contra Costa Time y el Oakland Tribune, que cubren una zona de 11 condados del norte de California.

The Washington Post, uno de los principales diarios del país, comunicaba también un descenso en sus beneficios trimestrales debido a una bajada del 21 por ciento en los ingresos publicitarios.

El diario ganó en el último trimestre del año pasado 18,8 millones de dólares, frente a los 82,9 millones del mismo periodo del año anterior y la noticia provocó en la bolsa una caída de sus acciones del 3%.

Por su parte, Media General Inc., que publica varios diarios en todo el país como el Tampa Tribune o el Richmond Times-Dispatch, alertaba también de que sus ingresos caerán y que se verá obligada a congelar salarios y suspender el pago de dividendos hasta fin de año.

El pasado octubre, el grupo Gannet, primer editor de periódicos del país con cabeceras como el USA Today, anunció que prescindirá del 10 por ciento de su plantilla y Los Angeles Times comunicó el despido de 75 miembros de su equipo de redacción.

Pero para otros periódicos, los recortes de gastos no han sido suficientes para evitar la suspensión de pagos.

La firma Journal Register Co., que publica 20 diarios en Estados Unidos, se declaró en bancarrota el pasado sábado y un día después era seguida por los editores del Philadelphia Inquirer y el Daily News.

Para algunos periódicos la solución a los problemas financieros ha sido suspender sus ediciones en papel y pasar a publicarse únicamente online.

Este es el caso del legendario Christian Science Monitor, que desde comienzos de año puede leerse tan sólo en Internet.

Los responsables de San Francisco Chronicle quieren evitar a toda costa llegar a este punto y, sobre todo, impedir el cierre, que convertiría a San Francisco en la primera gran ciudad estadounidense sin periódico local.

"El Chronicle desempeña un papel importante en nuestra vida cívica y no queremos ver esta querida institución cerrando sus puertas", dijo el alcalde de la ciudad, Gavin Newsom, tras conocer la noticia.

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