lunes, 2 de febrero de 2009

Fallece Eloy Aguilar, periodista mejicano de gran trayectoria

MANAGUA.- Como “una pérdida irreparable de quien fue un gran amigo, maestro, jefe y hasta compañero de esparcimiento”, calificó el corresponsal en Managua The Associated Press, AP, Filadelfo Alemán, la muerte del ex jefe del buró de esa agencia noticiosa, Eloy Aguilar, periodista nacido en la frontera de México con Tejas.

A Aguilar, quien se había jubilado de la AP en 2006 con 72 años de edad, lo sorprendió la muerte cuando se dirigía a una conferencia de decanos de escuelas estadounidenses de periodismo, dejando en Latinoamérica, y especialmente en la región centroamericana, una gran cantidad de amigos que hizo como corresponsal viajero.

Alemán, con más de una veintena de años de representar a la AP en Nicaragua, dijo que a Eloy lo conoció en Guatemala cuando estuvo en ese país enviado por La Prensa del doctor Pedro Joaquín Chamorro para cubrir unas elecciones en 1977.

Eloy Aguilar nació el 5 de enero 1937 en Valle del Río Grande en la frontera con Texas y México. Y ha sido enterrado en Mc Allen, Texas.

Dijo que el ex jefe del buró y además responsable administrativo de la AP para México y Centroamérica, se interesó mucho por la guerra que se produjo en Nicaragua durante la década de los 80, donde entabló buenas relaciones con la gente del gobierno sandinista.

Recuerda Filadelfo que Eloy –-un hombre alto y de complexión fuerte-- se hizo buen amigo de Nelba Blandón, ex censora de los medios informativos locales durante la primera etapa de la década de los 80 y quien le exigió no revisar los despachos que en esa época redactaban los corresponsales extranjeros.

“Aguilar fue amigo de Rosa Pasos, ex vocera del Ejército, y le tocó cubrir, junto a nosotros, la guerra de entonces. Estuvimos destacados en el norte del país”, recuerda Alemán.

Eloy también entabló amistad con doña Violeta Chamorro, así como con Enrique Bolaños.

También fue amigo del Director-Fundador de 'El Nuevo Diario', el doctor Danilo Aguirre, quien conoció a Aguilar en México, país desde donde este periodista norteamericano (nacido en el valle del Río Grande, en la frontera de entre Texas y México) manejaba las corresponsalías de la AP en el istmo centroamericano.

Cuando el doctor Aguirre estuvo en México como presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap), Aguilar fue el Presidente de la Asociación de Corresponsales Extranjeros en la nación azteca. Fue en esa ocasión que el doctor Aguirre entabló amistad con Eloy.

“Para la guerra (de los 80) Eloy venía al país cada mes para ver conmigo el asunto, y por eso hizo muchas amistades en Nicaragua. Era un hombre muy activo y no escatimaba esfuerzos para apoyar a cualquier corresponsal de la agencia en sus labores profesionales”, recuerda Aguirre.
Laboraba para El Universal, de México

Cuando a Eloy lo sorprendió la muerte, estaba diseñándole al diario mexicano El Universal un plan de corresponsalías en todo México, además, estaba impartiendo conferencias. La última la ofreció recientemente en el Tecnológico de México.

El despacho de la AP sobre su deceso, firmado por Luis Alonso Lugo, corresponsal de esa agencia en México, dice que Eloy entrenó a varias generaciones de periodistas y disfrutó el periodismo a plenitud.

El presidente de la AP, Tom Curley, dijo que Aguilar “personificó lo mejor de AP, liderando con ejemplo y trabajo arduo, periodismo impecable y bondad inagotable”.

Dijo Curley que Aguilar conversó detalladamente sobre su trayectoria profesional durante una entrevista de cinco horas que concedió el 24 de enero pasado para el Archivo Corporativo de AP.

El terremoto que sacudió la capital mexicana en 1985 permitió a Aguilar alcanzar uno de sus principales logros profesionales.

Ante la imposibilidad de transmitir información durante las primeras horas posteriores al sismo, Aguilar alquiló un avión por 6.000 dólares junto a otro corresponsal, mismo que los llevó a Harlingen, Texas, desde donde se transmitieron los primeros despachos fuera de México.

La invasión estadounidense a Panamá, en diciembre de 1989, tuvo a Aguilar como testigo de lujo. Aguilar reporteó en las calles esa larga noche. Su habilidad sin par para las relaciones públicas, ayudó a que el gobierno de Fidel Castro autorizara a AP la apertura de su primer buró en La Habana en 1999, tras una ausencia de casi 30 años.

Eloy comenzó a ejercer el periodismo en 1959 en un diario de Brownsville. Invitado por un amigo de Texas, llegó a Caracas en 1961 para trabajar en el diario en inglés The Daily Journal, donde se inició en el periodismo de guerra cubriendo escaramuzas de las guerrillas izquierdistas, las primeras que aparecían en el continente.

Paul Finch, entonces jefe del buró de Caracas, le ofreció unirse a AP y se convirtió en su primer tutor. En 1966 fue transferido a San Juan, y luego, en 1968, a México, para ocuparse de las noticias generales durante las Olimpiadas.

En 1972 fue transferido al buró de Dallas, donde ejerció todos los cargos posibles. En 1977 fue jefe del buró de la oficina de San Juan, convirtiéndose en el primer hispano en ocupar ese cargo para AP.

Allí cubrió intentonas golpistas en República Dominicana, supervisó el hilo estatal de Puerto Rico, e inició su faceta de planificador exitoso para la cobertura de grandes eventos, con los Juegos Panamericanos de 1979.

Al final de 1979, se convirtió en jefe del buró de México y América Central, en plena guerra civil de El Salvador y Guatemala, y poco después de que los sandinistas tomaran el gobierno en Nicaragua.

En 2000, la Universidad de Columbia le concedió a Aguilar el galardón María Moors Cabot, en reconocimiento a su trayectoria periodística en América Latina.

Actualmente dirigía la agencia de noticias del diario mexicano El Universal.

"Eloy personificó lo mejor de AP, liderando con ejemplo y trabajo arduo, periodismo impecable y bondad inagotable", dijo Tom Curley, presidente de AP.

"Era un colega querido al que extrañaremos".

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