BOGOTÁ.- A pesar de no haber periodistas asesinados por razones de su oficio en el 2008, sí se registraron 130 violaciones a la libre información, aseguró la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP).
Según la FLIP, 33% de las amenazas contra periodistas provinieron de agentes desconocidos, mientras que 17% fueron de funcionarios públicos; 14% de los organismos de seguridad del Estado, en tanto que la guerrilla de las FARC y los paramilitares contribuyeron con 11 y 10%.
Durante la presentación la FLIP reportó que las violaciones a la libertad de prensa, que van desde el trato degradante hasta el secuestro de comunicadores, descendieron el 20% en el último año a diferencia del 2007, cuyo reporte fue de 162 casos, mientras que en el 2006 se presentaron 140 y tres asesinatos, informó AP.
Carlos Cortés, director de la FLIP, señaló que "funcionarios públicos o miembros de las fuerzas públicas han puesto lápidas en la cabeza de algunos periodistas en ciertas zonas del país, al señalarlos como colaboradores de la mafia, de la guerrilla o del paramilitarismo".
Cortés explicó que hubo tres razones para entender que en el 2008 no se hubiese asesinado a ningún periodista: "no fue un año electoral; segundo, hay mucha autocensura, y tercero, otras formas de amenaza han reemplazado el asesinato".
Durante el 2008 no fue asesinado ningún periodista, suceso que no se presentaba en el país desde 1985, según datos de la organización.
El informe también denuncia el uso de la publicidad oficial como mecanismo de censura indirecta contra los periodistas.
"Este fenómeno se debe a la ausencia de una legislación conveniente y la inestable situación laboral de quienes ejercen la tarea de informar, sobre todo en el orden regional", indicó el informe.
Según la FLIP, 136 periodistas fueron asesinados en Colombia en los últimos 30 años. Los dos últimos asesinatos de reporteros se presentaron en el 2007.
Al referirse al tema de la impunidad, Cortés agregó que "los procesos de investigación avanzan muy lentamente, a pesar de que ya hay algunas condenas". Resaltó la sentencia contra los autores intelectuales del asesinato del periodista José Emeterio Rivas, ocurrido el 7 de abril del 2003 en la ciudad de Barrancabermeja, a unos 265 kilómetros al norte de Bogotá.
Un comunicado conjunto emitido el lunes por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, reiteró su preocupación por los señalamientos de altos funcionarios del Estado colombiano contra organizaciones y periodistas críticos del gobierno.
Por ello exhortó al gobierno a "adoptar medidas concretas para evitar la estigmatización, especialmente por parte de sus altos funcionarios y la polarización de opiniones, dos elementos que envician el debate político y menoscaban el ejercicio del pluralismo".
Según la FLIP, 33% de las amenazas contra periodistas provinieron de agentes desconocidos, mientras que 17% fueron de funcionarios públicos; 14% de los organismos de seguridad del Estado, en tanto que la guerrilla de las FARC y los paramilitares contribuyeron con 11 y 10%.
Durante la presentación la FLIP reportó que las violaciones a la libertad de prensa, que van desde el trato degradante hasta el secuestro de comunicadores, descendieron el 20% en el último año a diferencia del 2007, cuyo reporte fue de 162 casos, mientras que en el 2006 se presentaron 140 y tres asesinatos, informó AP.
Carlos Cortés, director de la FLIP, señaló que "funcionarios públicos o miembros de las fuerzas públicas han puesto lápidas en la cabeza de algunos periodistas en ciertas zonas del país, al señalarlos como colaboradores de la mafia, de la guerrilla o del paramilitarismo".
Cortés explicó que hubo tres razones para entender que en el 2008 no se hubiese asesinado a ningún periodista: "no fue un año electoral; segundo, hay mucha autocensura, y tercero, otras formas de amenaza han reemplazado el asesinato".
Durante el 2008 no fue asesinado ningún periodista, suceso que no se presentaba en el país desde 1985, según datos de la organización.
El informe también denuncia el uso de la publicidad oficial como mecanismo de censura indirecta contra los periodistas.
"Este fenómeno se debe a la ausencia de una legislación conveniente y la inestable situación laboral de quienes ejercen la tarea de informar, sobre todo en el orden regional", indicó el informe.
Según la FLIP, 136 periodistas fueron asesinados en Colombia en los últimos 30 años. Los dos últimos asesinatos de reporteros se presentaron en el 2007.
Al referirse al tema de la impunidad, Cortés agregó que "los procesos de investigación avanzan muy lentamente, a pesar de que ya hay algunas condenas". Resaltó la sentencia contra los autores intelectuales del asesinato del periodista José Emeterio Rivas, ocurrido el 7 de abril del 2003 en la ciudad de Barrancabermeja, a unos 265 kilómetros al norte de Bogotá.
Un comunicado conjunto emitido el lunes por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, reiteró su preocupación por los señalamientos de altos funcionarios del Estado colombiano contra organizaciones y periodistas críticos del gobierno.
Por ello exhortó al gobierno a "adoptar medidas concretas para evitar la estigmatización, especialmente por parte de sus altos funcionarios y la polarización de opiniones, dos elementos que envician el debate político y menoscaban el ejercicio del pluralismo".
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