MADRID.- El bufete 'Garrigues' presentará una demanda contra la revista Interviú por haber publicado fotos de un desnudo de la joven periodista española Beatriz Montáñez sin consentimiento de la presentadora de 'La Sexta'.Montáñez sale esta semana en Interviú, posando en topless en la playa, justo el día que su espacio televisivo cumplía 400 programas.
La galería de fotos se corresponde a una sesión privada realizada durante unas vacaciones en Mallorca hace cuatro años. La culpa de que esas fotos vean ahora la luz parece ser de un tercero, antiguo amigo de la presentadora y de su ex novio.
Más que una historia de despecho, la emergente popularidad televisiva ha dado pie para que alguien consiga hacer dinero y amortizar unas fotos antiguas. Aunque recientemente había salido a la luz su relación con el actor Álex González.
La duda es cuánto se ha pagado por las imágenes y, sobre todo, quién ha cobrado.
Nacida en Almadén, Ciudad Real, en 1977, Montáñez es una periodista española que se licenció en Medios de Comunicación en Estados Unidos, a través de la Universidad de California. Posteriormente hizo sus primeros trabajos en medios de habla hispana como las emisoras afiliadas a la cadena Telemundo o en Radio KLVE (K-Love), actualmente asociada a Univisión.
Tiene experiencia como dobladora y traductora de guiones de películas en Los Ángeles.
También ha trabajado en emisoras locales de la Cadena SER en Castilla-La Mancha presentando varios programas de información local y provincial, y en el Diario Lanza.
Participó en el vídeo de Andrés Calamaro "Te quiero" (1999).
En el año 2006 se incorporó al programa de La Sexta 'El Intermedio', presentado por El Gran Wyoming, donde participa como colaboradora presentando la sección "Fritanga de medios" en la que se repasa en tono humorístico la actualidad de cada día.
"Mis parejas nunca han sido hombres guapos"
En una reciente entrevista publicada en '20 minutos', la guapa periodista manchega confesaba que nunca había salido con hombres guapos.
Trabajó usted en California... Sí, y también en Tokio y en Milán... Vaya, es usted una persona inquieta... Con 14 años me fui de casa, con 16 me trasladé a vivir a Tokio y con 18 a Milán. Después, con 20 decidí irme a estudiar a Los Ángeles. Y de allí a Castilla La Mancha... (Risas) Más bien fue al revés. Trabajé allí en la radio antes de irme. No he vuelto a trabajar allí. ¿Y le da tiempo a hacer amigos y a conservarlos? No tengo muchos, pero la calidad no va necesariamente unida a la cantidad. Prefiero tener pocos y mimarlos. ¿Cómo surgió lo de La Sexta?
Estaba trabajando en un canal local de Madrid y el director de Eva Hache, que estaba preparando El intermedio me vio y me llamó. Fui de las primeras. Hacíamos reuniones y estábamos cuatro (risas).
También ha trabajado de modelo, ¿le gusta más la tele? Sí, es mucho más creativa. Trabajé de modelo para sacar pelas. También trabajé de camarera y doblando películas. La Sexta tiene buenos contenidos, pero parece que cuesta cambiar de canal... A la gente nos cuesta casi todo. Somos animales de costumbres. El intermedio tiene su público hecho y éste crece. Empezamos con un 3% y ahora estamos en un 7% de cuota... ¡Voy a pedir un aumento de sueldo! (risas). ¿Le divierte su trabajo? Muchísimo. Entro a las diez y media y estoy doce horas, pero lo gozo mucho. ¿Cómo es Wyoming? Es un crack. Es mi Yoda, no por lo chiquitito, sino por lo feo y lo inteligente. Siempre está de buen humor y aprendo mucho de él.
¿Le molesta que le llamen china en el programa?
No, en el colegio ya me lo llamaban con cuatro años. Al principio me preguntaron si me molestaba y les dije que estaba acostumbrada.
¿Es importante ser guapo para trabajar en la tele?
La belleza acaba agotando y al final lo que queda es la inteligencia. Mis parejas nunca han sido hombres guapos.
¿Y qué es lo importante?
La seguridad en ti mismo, porque eso la gente lo nota. Hay que ser tú mismo y transmitirlo con naturalidad.
¿Cómo llevan sus compañeros de la tele que se metan con ellos?
Les encanta salir en el programa, siempre me hacen comentarios positivos. Siempre los tratamos con humor y no somos dañinos.
Confiese una habilidad oculta.
Si te la digo... deja de ser oculta (risas). Mejor pasamos a la siguiente pregunta (risas).
¿Es suya la ropa con que sale?
Sí, ojalá (risas). Nos la busca nuestro estilista que se recorre todas las tiendas.
¿Y no se la queda?
Alguna vez lo he intentado (risas).
¿Con qué se divierte usted?
Con mis amigos y con unas cañas bien frías, y con mi perro Mocco.
¿Mocco?
Sí, me encanta cuando los niños se me acercan en la calle y me preguntan el nombre de mi perro. Se lo digo y se parten de risa.
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