La esperanza de un periodismo libre / Renán Alcides Orellana

Después de una extensa e intensa jornada electoral, con el consiguiente resultado positivo a favor de la democracia y el arribo a la silla presidencial de Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén 2009-2014, de manera general estimo justo y necesario reconocer públicamente la actitud soberana del pueblo salvadoreño, al decidir, con dignidad y valentía, su derecho a un mejor destino.

Pero particularmente, por la índole del duro oficio que compartimos, permítame expresarle mi reconocimiento a la dirección, plana de redacción y resto del personal de Diario Co Latino, porque contra todo riesgo y actividades represivas, ha dado fiel acompañamiento a las aspiraciones del pueblo. Hago extensivo mi reconocimiento al grupo de columnistas y articulistas de Diario Co Latino, entre los cuales me incluyo, por su constante y desinteresado aporte al periodismo nacional.

Y en el mismo orden, hago extensivo también mi reconocimiento a otros medios que, al igual que Diario Co Latino, desafiaron las exigencias y “normas” propias del oficialismo y de los mal llamados “grandes medios” (únicamente por su estructura, potencial económico, cobertura y facturación), que, en su afán de mantener privilegios y el estado de cosas, perdieron la perspectiva de los principios éticos y profesionales, poniendo en juego y hasta perdiendo la credibilidad.

Aquellos, los mal llamados “medios pequeños”, tienen el mérito de la calidad y la credibilidad, porque, por principios y por su actitud consecuente con el compromiso con la sociedad, evidencian la disposición y el intento permanente de informar con veracidad y oportunidad. Sí se pudo, con su colaboración, dar este paso seguro hacia la real democracia, es alentadora la esperanza de un periodismo libre en El Salvador.