miércoles, 22 de abril de 2009

Periodismo preventivo / Ylonka Tillería

Escuchar por primera vez el término puede resultar un tanto extraño, desconocido, quizás, porque en nuestra cotidianidad es difícil encontrar estas prácticas en los medios de comunicación de nuestro país. En lugar de esto recibimos aludes de noticias sin contexto que nos suelen crear el espejismo de estar bien informados.

Pero concretamente, ¿de qué manera incide la información que recibimos a diario a través de la radio, prensa y televisión? ¿Es posible prevenir las crisis humanitarias, sociales, institucionales, migratorias? ¿Es viable pensar en una nueva forma de hacer periodismo que persiga formas de solución y no de caos?

Sucede ahora en algunos países de Europa cuando la crisis económica mundial sube de tono las noticias de los periódicos en los que se alerta de la falta de empleo, inseguridad e ilegalidad que tiene como blanco a los inmigrantes. Ocurre en nuestro país cuando la llegada de ciudadanos colombianos se reduce a enunciar el desbordamiento de los servicios sociales locales y el incremento de la delincuencia.

Sucede todos los días, a todas horas, cuando ahogados en el conflicto olvidamos esas muchas soluciones que existen y que tienen nombre y apellido. Cuando nos centramos en las fuentes oficiales, atestamos la noticia de cifras y recobramos el lado humano solamente para mostrar el hacinamiento y la pobreza.

En ese contexto es importante promover nuevas formas de periodismo, y una de ellas es el periodismo preventivo como una práctica de la capacidad de alertar sobre los conflictos que se perciben en nuestra sociedad para plantear las decisiones y acciones necesarias a fin de evitar problemáticas que hoy apenas se vislumbran, pero que en algunos años podrían transformarse en verdaderas tragedias.

Una práctica aplicada en diferentes momentos de crisis y que suele estar acompañada de investigación hecha con rigor, contraste de fuentes y contextualización de la información para ayudar a comprender el fenómeno.

Desde esta tendencia promovida por el Instituto de Periodismo Preventivo y Análisis Internacional (IPPAI), la “opinología” es el peor enemigo de quienes ejercen el periodismo. La anticipación, información y seguimiento, en cambio, son herramientas clave para trabajar con honestidad frente a la ciudadanía.

Nuevamente recordar que el seguimiento de los hechos analizando las posibles repercusiones es una parte importante, y también los esfuerzos, aportes y soluciones de diferentes sectores, pero sobre todo, alertando elementos de análisis que pueden resultar útiles para la prevención de situaciones similares.

Difícil, pero necesario, y mientras escribía esto venían a mi mente las imágenes del terrible accidente aéreo ocurrido en el sector de la González Suárez, un hecho del que no nos estaríamos lamentando si el periodismo preventivo, que aplican los medios de comunicación de nuestro país a su manera, tuviera la debida resonancia y poder frente a la ciudadanía y los gobiernos. Así luego no tendríamos que lidiar con tantas historias de dolor a cuestas, con el miedo ante el vacío, la pérdida, la decepción y el destierro.
www.eltelegrafo.com.ec

No hay comentarios: