Cádiz grita contra los silencios impuestos

CÁDIZ.- La primera edición del Festival Internacional por la Libertad de Expresión (FILE Cádiz '09) se cerró con un convincente éxito de público. "Estamos muy contentos. Ha venido mucha gente y ha sido gente que ha puesto interés en lo que hacíamos", resume Fernando Santiago, presidente de la Asociación de la Prensa de Cádiz, la principal organizadora del evento, a 'El País'.

Ha querido ser una fiesta con mensaje. La alarma de la crisis también afecta a la libertad de expresión en medios de comunicación acuciados por los masivos despidos, la insistente precariedad laboral y la desconcertante revolución tecnológica. "Las cortapisas a las palabras y los silencios impuestos pueden aparecer de múltiples formas", denuncia María Dolores Masana, presidenta de Reporteros sin Fronteras en España.

El más llamativo acto del festival, el macroconcierto que llenó en la noche del viernes la plaza de San Antonio, se organizó a favor de Reporteros sin Fronteras. Aunque las cifras no inviten a demasiadas celebraciones. "19 periodistas han sido asesinados en lo que va de año y 24 están encarcelados por delitos de opinión en el mundo", revela Masana.

Son los números más trágicos. El peso de la debacle económica también cae como una losa. "Tenemos 2.500 periodistas despedidos en el último año en España. La crisis está detrás de muchas de esas medidas, pero las empresas se han aprovechado para deshacerse de profesionales incómodos", critica la presidenta de Reporteros sin Fronteras.

Algunos de los artistas que han aceptado participar en el certamen no se han mantenido ajenos a este mensaje. "La canción protesta ya pasó, pero quedan muchas cosas que denunciar. Los despidos también son ataques a la libertad", defiende el cantautor Javier Ruibal.

Su canción Habla por esa boquita, compuesta para celebrar el centenario de la Asociación de la Prensa, es una rumba reivindicativa. "Di lo bueno y lo peor, di lo malo y lo pasable, que si no me ayudas tú, nadie te va a echar un cable", reza el estribillo.

El poeta Luis García Montero, participante en una de las mesas redondas, alertó del peligro de los excesos televisivos o el descontrol de los comentarios anónimos en Internet. Con todo, se mostró contrario a la prohibición.