domingo, 31 de mayo de 2009

¿Crisis del periodismo? Un Pulitzer apuesta por internet


MADRID.- Un niño negro famélico, rodeado de miseria, agarra a su madre con sus debilitados brazos, intenta que se reponga de un desmayo. Esa estremecedora fotografía de Javier Bauluz —realizada en un campo de refugiados de Zaire en 1995— le valió el premio Pulitzer. Es el único español que lo tiene y hoy hemos hablado con él con motivo del lanzamiento de su nuevo proyecto: Piraván.

El lema de esta plataforma de comunicación digital es toda una declaración de intenciones: 'Información humana por todos los medios'. Bauluz nos cuenta, con una pizca de ironía, que se trata de un "intento de refundar el periodismo". Suena ambicioso, pero los argumentos de este curtido periodista son sólidos.

Cree que hoy no tiene sentido invertir en una rotativa o en un costoso canal de televisión. "Las ventajas de internet están al alcance de todo el mundo", explica este viajero incansable que pretende poner su grano de arena para que "los periodistas recuperemos nuestro oficio (...) y hagamos una información veraz e independiente, un servicio público que no esté sometido a poderes políticos".

Objetivo: Informar sobre el terreno

El intenso currículum de Bauluz delata que ha trabajado con muchas de las grandes cabeceras de la prensa internacional, a las que denuncia con rotundidad por practicar lo que hoy ellas mismas critican. Para él los viejos medios tradicionales "han perdido el norte". Niega uno de los argumentos que los dinosaurios del periodismo usan para criticar la viabilidad de los nuevos medios digitales: no es posible cubrir información sobre el terreno sin una gran empresa detrás.

Este ha sido uno de los argumentos de la controvertida crítica que hace poco lanzaba Le Monde en su edición impresa contra los medios digitales, a los que acusa de ser meras correas de transmisión de los despachos de agencia. El artículo fue contestado en Rue 89 —medio hermano de soitu.es en Francia—. Mathieu B. de Taillac, corresponsal en España de Radio France, analiza este encendido debate en su blog.

También David Plotz —director de Slate— explicaba hace poco en soitu.es una de sus grandes recetas: Pasar dos meses fuera de la redacción para recuperar el periodismo. Este medio -que hoy supera en la red a las ediciones digitales de algunos de los grandes tótems del periodismo estadounidense- practica ya con éxito esta fórmula.

Por su parte, Javier Bauluz pone el dedo en la llaga al hablar del caso de las informaciones internacionales de AP y Reuters. Con el material que estas agencias difunden los grandes medios cubren el 80 por ciento de las noticias internacionales, y 'ahora ya hay bastantes que se dejan de baja de una de ellas'.

Pone también el ejemplo de como nadie está informando de la grave situación que hay al otro lado de la frontera española en Melilla. Pese a la cercanía de este punto caliente, casi nadie viaja a la zona para hablar de lo que está sucediendo.

Buscando a los protagonistas

El gran objetivo de Piraván es contar con los "nuevos y viejos talentos" para hacer un "periodismo de calidad (...) hecho por periodistas" y "poner el foco en los nadies", a los que Bauluz define citando a Eduardo Galeano: "Son los que valen menos que la bala que los mata". Para el impulsor de esta plataforma digital uno de los grandes males que azotan hoy a la información son las cifras, las estadísticas, los números. Hay que buscar a los protagonistas de la información.

Pero más allá de las palabras están los hechos y en Piraván predican con el ejemplo. En su web podemos encontrar documentales en vídeo, reportajes fotográficos, informaciones radiofónicas, y textos firmados en numerosos países de Europa, África, y América que abordan toda clase de temas olvidados por la agenda de los grandes medios. Un material que se complementa con el publicado en el blog hermano P+DH.

Entre estos trabajos se encuentran algunos tan impresionantes como el documental 'La patera de los niños', en el que Lydia Molina viaja a Marruecos para poner nombres, apellidos y rostro a las víctimas de la patera que naufragó en Lanzarote el pasado mes de febrero. El código ético que se encuentra detrás de estas informaciones está recogido en el Manifiesto Periodismo y Derechos Humanos, un texto apoyado por nombres como los de Ramón Lobo, Enrique Meneses, y el propio Javier Bauluz.

www.soitu.es

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