sábado, 23 de mayo de 2009

Dos periodistas entran en el Palacio de Buckingham tras sobornar a un conductor de la reina


LONDRES.- Un conductor del Palacio de Buckingham, en Londres, ha introducido a dos periodistas en la residencia de la reina de Inglaterra y ha permitido su entrada a la flota de limusinas, Bentley y Rolls-Royce, que tiene la reina en el interior del palacio, uno de ellos incluso se ha sentado en uno de los coches oficiales, según publica el periódico News of the World.

Según el tabloide, los dos periodistas fueron capaces de entrar en el palacio haciéndose pasar por unos hombres ricos de negocios de Oriente Medio que estaban interesados en visitar las dependencias reales. Así, fueron conducidos a un puesto de control policial, donde fueron 'identificados' antes de acceder al garaje gracias al previo pago de 1.000 libras (1.135 euros) para el conductor Brian Sirjusingh, del Palacio de Buckingham, visitar varias zonas importantes del edificio, permitiéndose incluso el lujo de sentarse en el histórico Bentley de Isabel II.

Según informa la 'BBC', Sirjusingh es uno de los conductores de reserva de Palacio que sólo es requerido cuando los chóferes reales no están disponibles. El palacio de Buckingham ha confirmado que había suspendido al chófer real acusado de permitir la entrada de unos periodistas encubiertos, pendiente de una investigación.

Los periodistas entraron en el palacio sin ser registrados. "La seguridad se toma muy en serio y se investigará estas denuncias", ha dicho un portavoz del palacio.

"Estamos naturalmente preocupados por las cuestiones planteadas por este artículo y estamos en contacto con funcionarios del palacio para estudiar las medidas de seguridad y contactando con los responsables para hablar sobre los acuerdos en seguridad de su personal", ha afirmado Scotland Yard en una declaración.

La Policía Metropolitana de Londres también se mostró preocupado por las información. La policía dijo que discutiría el tema con el personal de la familia real.

La reina estaba en el interior del palacio durante la visita de los dos periodistas, según apunta el diario. Este hecho ha vuelto a poner en duda la seguridad en el Palacio de Buckingham.

El redactor sobre realeza de 'News of the world', Robert Jobson, dijo a la 'BBC' que se deberían haber aprendido las lecciones de anteriores brechas en la seguridad de Buckingham porque "fácilmente un terrorista podría haber entrado en palacio y poner una bomba en el coche".

En varias ocasiones en los últimos años, la prensa británica ha puesto a prueba la seguridad del palacio de Buckhingham.

En 2003, entre ellos un periodista del Daily Mirror, Ryan Parry, logro ser contratado como sirviente y trabajar dos meses en el Palacio de Buckingham bajo referencias falsas hasta ser capaz de ir a la mesa donde desayuna la reina junto con George Bush y su esposa. El periodista fue empleado para labores, como pasear los perros de la reina y servirle bebidas.

En el Palacio de Windsor, el favorito de la reina y ubicado al oeste de Londres, dos periodistas del The Sun afirmaron haber entrado con una falsa bomba días antes de la boda del príncipe Carlos y su esposa Camilla en 2004.

En 2003, el cómico Aaron Barschak entró en la fiesta de cumpleaños del príncipe Guillermo disfrazado de Osama Bin Laden.

Por si fuera poco, mucho antes, en 1982, la Reina se encontró con un intruso en su propia habitación.

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