jueves, 7 de mayo de 2009

Mujer, lenguaje y periodismo en San Millán de la Cogolla

LOGROÑO.- Filólogos y expertos de la comunidad hispanohablante analizan durante tres días, en el monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla, el uso del femenino en el periodismo que se hace en lengua española, dentro del IV Seminario Internacional de Lenguaje y Periodismo. Un debate que se establece en torno al tema 'Mujer y lenguaje en el periodismo en español', organizado por la Fundación San Millán de la Cogolla y Fundéu BBVA.

Juan Ángel Nieto, prior del Monasterio, sirvió la salutación a los asistentes recordándoles que “el periodismo es información, pero también es magisterio. Enseñemos a hablar y expresarnos con corrección y elegancia y estaremos dando lecciones de buen vivir a lectores y escuchantes”.

El director de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), Víctor García de la Concha recordó en la inauguración que antiguamente en el lenguaje "el del hombre era más rompedor, mientras que el de la mujer era más conservador", si bien ahora, indicó que en los jóvenes "se ha impuesto el lenguaje unisex".

El director de la RAE apuntó que cuando en 2001 se comenzó a hacer un nuevo diccionario se encargo a un grupo de profesoras que "hicieran limpieza en los términos machistas del mismo". Aseguró que, desde entonces, se ha intentado buscar un término medio, ya que el diccionario "está cambiando y tiene que ser sensible a los problemas de género".

Afirmó que "el pueblo se mueve y la lengua evoluciona", por lo que desde la Real Academia aseguró que "hay que estar atentos a aquello que se va consolidando en la sociedad".

Metido en las harinas del debate, Víctor García de la Concha recordó a los presentes (¿y a las presentas?) que ya en el año 2001 la Real Academia encargó un informe a unas lingüistas “feministas” sobre el sexismo en el Diccionario, y “informe al que hicimos mucho caso”.

Finalmente, el director de la RAE volvió a sentar cátedra de lo que es norma en la Academia: “La lengua nace del pueblo y nuestra tarea es la función notarial de dar cuenta de lo que el pueblo hace. El único que otorga carta de ciudadanía a las palabras es el pueblo, no el César”.

La lingüista Eulalia Lledó, que delicada pero firmemente, le enmendaba la plana a García de la Concha. “Es cierto que hicimos ese informe, sí, de 4.000 páginas y con 28.000 entradas. Y no nos hicieron ningún caso. No es que la RAE sea sexista, es más sexista (así, sí, con mayúsculas)”.

Lledó también reconoce que estas instituciones arrastran cierta inercia que les impiden asumir cambios rápidos, y comentó también que “la lengua es una radiografía del pensamiento de las personas, la lengua transmite lo que siente y piensas” y está absolutamente convencida de que “si te nombran no existes”, y lanzó un aviso para los navegantes del sucedáneo y de lo light:

“Lo políticamente correcto no es más que provincianismo yanqui, no son más que una sarta de eufemismos, y yo propugno justamente lo contrario, que se le llame a las cosas por su nombre”.

Carmen Caffarel, directora del Instituto Cervantes, por su parte, indicó que "canalizar el binomio de mujer y lenguaje es un tema difícil y controvertido", si bien apuntó que en los medios de comunicación "las mujeres empiezan a ser mayoría", algo que "se refleja, inevitablemente, en el tratamiento, en el enfoque, así como en la prioridad de los temas y en el lenguaje".

Caffarel, ha explicitado que las mujeres son cada vez más numerosas en las redacciones, lo que repercute en la selección de las noticias, el lenguaje y el enfoque. Luego recordó que “aunque la presencia de la mujer en la sociedad es algo incuestionable e ineludible, esta misma presencia apenas si alcanza al diez por ciento en los medios de comunicación”

Por su parte, Alfredo Matus, director de la Academia de la Lengua de Chile, en este mismo sentido que De la Concha pide "no intervenir en la lengua natural, no se debe esperantizar la lengua". Aludió en su intervención a que "el sexismo lingüístico no radica en la lengua, sino en el oyente", mientras que Alex Grijelmo, presidente de la agencia EFE, se refirió a que "los nuevos feminismos es un terreno inexporable" para los periodistas que hay que abordar.

Grijelmo resaltó el hecho de que “los periodistas trabajamos en la frontera del idioma. Palabras como rosa, amor, durante mil años apenas han cambiado, pero hoy debemos elegir entre prudencia y audacia cuando pisamos el territorio virgen de los nuevos femeninos”.

Participarán también destacados periodistas nacionales como Montserrat Domínguez y Pepa Fernández, periodistas internacionales, como la chilena Mónica González y la colombiana Yolanda Reyes, lingüistas, como el colombiano Daniel Samper, las españolas Violeta Demonte, Eulàlia Lledó y la venezolana María Josefina Tejera, acompañados por un grupo de estudiosos que analizarán el comportamiento del lenguaje sexista en el periodismo en español razonando cuestiones como ¿Hablan los periodistas igual si son hombres o mujeres? ¿Escriben de la misma manera cuando se dirigen a un hombre que a una mujer? ¿La Real Academia Española se resiste al cambio?

El seminario que se extenderá hasta mañana viernes reflexionará sobre "¿Los periodistas deben ser parte activa en la lucha contra el llamado lenguaje sexista?; ¿Ayuda el lenguaje políticamente correcto, usado por algunos políticos y periodistas, a eliminar reflejos machistas en el idioma español?, y sobre los diccionarios, las gramáticas y el femenino, un asunto controvertido para ver hasta qué punto existe resistencia al cambio".

Las conclusiones del seminario serán difundidas por la Fundación San Millán de la Cogolla, en su página Web: www.fsanmillan.es, por su Centro Internacional de Investigación de la Lengua Española: www.cilengua.es, por la Fundéu BBVA en su boletín “Donde dice….”, de su página Web: www.fundeu.es, y también a través de la Agencia Efe.

Periodistas y maestras

Carmen Caffarel -que era la única mujer en la mesa inaugural del seminario- contó una anécdota sobre la escritora Ana María Matute. Al preguntarle, según dijo, si existe una literatura femenina, ella contestó que existe simplemente la literatura, con mayúsculas, pero que la mujer la impregna con valores nuevos nacidos de su historia de marginación. «Ocurre lo mismo con el lenguaje periodístico», opinó la directora del Cervantes. Hay, por tanto, periodismo, que la mujer enriquece.

Dos grandes periodistas -dos grandes mujeres que ocuparon a continuación la mesa del Salón de la Lengua- vinieron a darle la razón con su testimonio: la chilena Mónica González y la española Montserrat Domínguez, que debatieron sobre el papel de la mujer en el ejercicio de el periodismo o, simplemente, sobre periodismo, que es la mejor manera de integración.

La periodista chilena Mónica González, referente internacional de la lucha contra la corrupción, y Montserrat Domínguez, colaboradora de 'La Vanguardia', han sido las voces contrastadas de la conferencia inaugural. Ante su trabajo intrínseco de explicar la realidad, Domínguez se ha preguntado: "Tengo una responsabilidad social, pero ¿hasta qué punto tengo que liderar un cambio social?".

La posición comprometida de Mónica González, perseguida y encarcelada por Pinochet, la ha llevado a clamar por el gozo, por el placer que debe sentir la mujer. No se trata tanto de feminismo como de colaboración. Y acusa a las mujeres de propagar el machismo, y de mantener el sentido de culpabilidad. La presidenta chilena, Michele Bachelet, ha merecido su elogio por haber sabido gobernar sin dejar de ser mujer, huyendo del arquetipo masculino que definió a Margaret Thatcher.

Domínguez y González han coincidido en defender a los periodistas de países como México o Colombia, por la indefensión y la falta de solidaridad que sufren, aspecto que consideran mucho más relevante que discutir sobre los significados de zorro y zorra.

"Los diarios de Europa y de Chile están banalizados —ha denunciado Mónica González—, y si no terminamos con la banalización perderemos el espacio de libertad que supone el periodismo". Frivolidad que se manifiesta, según Domínguez, en la foto de doña Letizia y Carla Bruni, o en las candidatas europeas de las listas de Berlusconi: "Y de todo ello, las mayores perjudicadas somos las mujeres".

«Hay una mirada de mujer a la hora de abordar el periodismo», afirmó la madrileña, directora del programa líder de las mañanas del fin de semana, 'A vivir, que son dos días' (Cadena SER).

«Las mujeres sí somos distintas y podemos marcar la diferencia cuando venzamos nuestros miedos», declaró la chilena, directora del Centro de Investigación Periodística y célebre periodista en su país.

«No somos mejores o peores, no soy feminista -matizó González-. Pero los periodistas vamos a tener un rol grande y las mujeres, si somos capaces de romper las cadenas, podemos ser vehículo de cambio que pueda con esta situación de crisis».

Pero todavía hay muchas conquistas por hacer, algunas de ellas elementales: «Estamos en un mundo en el que los hombres siguen mandando -recordó Domínguez- y, aunque lo estamos transformando, aunque uno de los grandes avances del siglo XX ha sido la incorporación de la mujer, eso no ha sido suficiente para acabar con la violencia de género, las desigualdades laborales por razón de sexo o con la escasa representación social de la mujer».

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