miércoles, 17 de junio de 2009

El Instituto Internacional de Prensa insta a Teherán a que permita trabajar a la prensa extranjera

VIENA.- El Instituto Internacional de Prensa (IPI) instó hoy al Gobierno iraní a que cumpla las promesas hechas esta semana de permitir a la prensa extranjera informar libremente sobre los sucesos en Irán, tras los violentos enfrentamientos causados por los controvertidos resultados de las elecciones del pasado viernes.

En un comunicado divulgado desde su sede en Viena, el instituto deploró que las autoridades iraníes hayan arremetido contra los medios de prensa extranjeros, sus corresponsales y equipos de televisión.

"Desde el domingo no se permitió a la prensa extranjera filmar en zonas donde se manifestaban activistas que apoyaban a la oposición", rezaba el comunicado.

El IPI denunció que Teherán parece haber cambiado su política tras las manifestaciones multitudinarias del lunes pasado, pese a haberse comunicado a los informadores que se les permitiría filmar libremente, con sus propios equipos, en cualquier parte del país.

También criticó que el martes el ministro de Cultura anunciara que la prensa extranjera no podría cubrir manifestaciones "no autorizadas", incluidas las concentraciones masivas ese día para apoyar al candidato presidencial de la oposición Husein Musavi.

"Por la tarde, se comunicó a todos los periodistas extranjeros que les estaba prohibido informar sobre la calle y que no podían usar imágenes ni informes de testigos de cualquier acto de violencia", según el IPI.

"Los acontecimientos posteriores no han dejado lugar a la duda de que la intención de las autoridades (iraníes) de censurar las noticias que no iban en su favor", opinó el director del IPI, David Dadge.

"En un mundo en el que las noticias son instantáneas, es muy deprimente ver a un gobierno que aún intenta impedir el libre flujo de información sin apercibirse de que ésta sale a superficie por todos los poros y resquicios de la sociedad iraní", apostilló Dadge.

El IPI también denunció que los usuarios iraníes de Internet, en especial los de la red social Twitter, estaban siendo objeto de las amenazas de la Guardia Revolucionaria si distribuían contenidos que crearan tensión.

Las autoridades iraníes no han renovado el visado de estancia a muchos periodistas occidentales que fueron a cubrir las elecciones presidenciales del 12 de junio, en las que, según el escrutinio oficial, ganó por un amplio margen el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad.

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