jueves, 4 de junio de 2009

La presentación del 'Anuario Crítico de Almería' sirve para apelar a la pluralidad y al rigor del oficio periodístico

ALMERÍA.- La presentación del Anuario Crítico de Almería 2009 sirvió a la presidenta de la Asociación de Periodistas – Asociación de la Prensa de Almería (AP-APAL), Covadonga Porrúa para que apelara a los compañeros "a que ejerzan este oficio con solvencia, con pluralidad, con rigor, y sobre todo, sin dañar el honor y la intimidad".

"Es deleznable, destacó la presidenta, que desde algunos gabinetes de prensa, desde algunos micrófonos y púlpitos, públicos y privados, nos dediquemos a arremeter contra cargos públicos a costa de mofarnos de sus defectos o, lo que es peor, atentando contra su vida privada y su intimidad. Y si eso es vergonzante, o debería, cuando se trata de personajes públicos, más lo es todavía cuando esas arrebatadas diatribas se dirigen entre propios compañeros…"

Cerca de doscientas personas se dieron cita en el salón de Cajamar para asistir a la presentación del Anuario, que por vez primera dirigen y coordinan dos mujeres periodistas almerienses, Inmaculada Ramos y África Mateo.

Covadonga Porrúa insistió en que en estos tiempos que corren, con despidos en la práctica totalidad de los medios de la provincia, en radios, en teles, en periódicos; con tanta gente que están viendo reducidas a cantidades irrisorias sus colaboraciones, sus contratos, sus salarios, es cuando más tenemos que tener la cabeza fría y el corazón caliente. Cuando más tenemos que luchar porque primen el sentido común y la mutua ayuda entre colegas.

La presidenta de la AP-APAL hizo referencia a las múltiples dificultades que ha habido que superar para sacar adelante la publicación:

"La crisis ha provocado que hayamos perdido anunciantes, pero me temo que otros se han escudado en ella para querernos dar un pequeño varapalo, quizás por temor a la crítica, quizás por temor a ver reflejado en el Anuario sus errores o sus incompetencias. Ellos se lo pierden. Pero he de decir también que me parece mal, y triste, y desalentador, que justo en el momento en el que los periodistas, que somos baluartes de la libertad de expresión, de la vigilancia al poder, que somos tan necesarios en momentos de cambios, de incertidumbre, para garantizar una sociedad democrática y más justa, no hayamos recibido el apoyo que deberíamos por parte de la Administración. No lo hemos recibido ni de la Junta de Andalucía ni del Ayuntamiento de Almería Esperemos que, efectivamente, sea sólo algo pasajero y por motivos puramente económicos".

Después, Covadonga Porrúa hablaba de más dificultades para sacar a flote la publicación:

"Se llama Anuario Crítico porque así lo decidimos en Asamblea, el máximo órgano de representación que tenemos. Un nombre que nos ha costado problemas, y muchos, e incluso amenazas judiciales que no dejan de sorprenderme porque en ningún momento hemos pretendido hacer mal a nadie. Pero contamos con un título del órgano ministerial correspondiente que nos asegura que tenemos derecho a usar ese nombre. Un nombre que nos debe enorgullecer a todos".

La directora del Anuario, Inmaculada Ramos, también se refirió a las numerosas dificultades que tuvieron que superar para que la publicación, necesaria en esta ocasión más que nunca, para dar voz y recoger las historias de aquellos compañeros que han perdido su trabajo en los últimos meses viese la luz. Después reflexionó sobre el momento profesional:

"En un panorama desalentador donde el periodista pierde credibilidad, dónde está mal pagado, cada vez más explotado, recluido en la redacción y saliendo de ella sólo para ruedas de prensa, en medio de este contexto, y por si fuera poco, ha llegado la crisis. Y para afrontarla no hemos visto ninguna solución novedosa, ni una sola idea imaginativa. Siendo los periodistas, fotógrafos y cámaras los encargados de asumir las consecuencias con su puesto de trabajo. Abogo por un debate desde las bases, de quienes trabajan en medios modestos con el objeto de buscar estructuras mediáticas más profesionalizadas.

Estoy convencida que una de las claves es la unión, y el ejemplo más representativo es este Anuario. Todos unidos hemos conseguido una publicación donde cada artículo, bien sea desde el análisis, la crítica, la opinión o reflexión, demuestra que sabemos hacer las cosas bien. Hemos conseguido un Anuario fiel al principio de libertad de expresión y con un marcado sello de calidad. Siendo ella otro de los objetivos al que debemos aspirar en estos tiempos, porque será la calidad el elemento diferenciador de aquellos que nos dedicamos al periodismo. Si conseguimos distinguirnos mediante un trabajo de calidad, los resultados serán positivos, agregó Inmaculada Ramos".

El gerente de Comunicación de Cajamar, el también periodista Manuel Gutiérrez Navas, en su salutación, afirmó que los medios de comunicación no podían permanecer anclados en un mismo modelo, abogando por la búsqueda de otros soportes, que permitan salir airosos de la crisis.

El Anuario da voz a todos los profesionales cuyo trabajo ha quedado silenciado durante 2008 a causa de los numerosos despidos. Una situación que se puede extender al resto de provincias pero que en Almería se ha tensado aún más con el cierre de El Mundo Almería; el antiguo Diario de Almería y El Director Económico, dejando sin empleo a unos 40 trabajadores, sólo en estos medios.

Las páginas del Anuario Crítico de Almería también rinden homenaje a Nicolás Salmerón y Alonso, presidente de la I República en 1873. José Bono, presidente del Congreso de los Diputados analiza la trayectoria política, filosófica y humana de Nicolás Salmerón como referente del pensamiento liberal.

En esta séptima edición un centenar de colaboradores entre redactores, fotógrafos, ilustradores y humoristas gráficos, han contribuido desinteresadamente en esta publicación. El Anuario renueva su espíritu crítico analizando con rigor, independencia y pluralidad, los acontecimientos más destacados de 2008. Casi 60 artículos, más de un centenar de fotografías y decenas de ilustraciones configuran este repaso en profundidad de la realidad provincial y de la profesión periodística. La portada de la publicación es obra de Joaquín Navarro, quien también ha sufrido las consecuencias del cierre de periódicos.

El esqueleto de la publicación cambia en esta edición, y las secciones se organizan bajo epígrafes diferentes a las del año anterior: economía, urbanismo y medio ambiente; política: ciudad; comunicación; sociedad; cultura y deporte. Estos son los apartados donde se aborda desde el análisis, la reflexión, la crítica u opinión, temas como la subida del paro; la jornada de manifestaciones del 11 de junio; los resultados de las elecciones; escándalos urbanísticos como el de Zurgena; el derribo de la vivienda ilegal de Vera; el caso de los asesores de la Diputación o los disturbios de Roquetas de Mar y La Mojonera.

La AP-APAL está trabajando ya en una edición digital para que los textos puedan seguirse en una web que estará dedicada a la publicación.

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