Se trata de una "monografía de investigación histórica", sin una sola fotografía, pero que resulta complementaria a la otra publicación sobre la Facultad que se ha publicado recientemente, con más de 50 autores y 600 fotografías.
"Escribir esta historia ha sido un privilegio para mí", aseguró el profesor Carlos Barrera, que llegó a la Universidad en 1980 como alumno. "He intentado aplicar la mentalidad y el oficio del historiador, es decir, basarme especialmente en fuentes documentales como el archivo de la Facultad", explicó.
En la presentación de la obra le acompañaron dos personas que sirven para representar los 50 años de la Facultad: la profesora Mercedes Montero y José Javier Uranga, ex director de Diario de Navarra y antiguo profesor del Instituto de Periodismo.
Uranga (en la imagen) resumió así el contexto que acompaña a la cronología de esos 50 años: "Los balbuceos de libertad, los cambios sociales y el desarrollo humanístico y técnico de los estudios de Periodismo".
El actual presidente de la Fundación Diario de Navarra retrocedió a la época en que la formación de los periodistas sólo estaba en manos de la Escuela Oficial de Madrid -dependiente del Ministerio de Información y Turismo-, y del recién creado Instituto de Periodismo, dirigido por Antonio Fontán, periodista y catedrático de Universidad.
"Era más importante la formación cultural y humanística, el derecho, la economía o la práctica de los géneros redaccionales que insistir en materias específicas de la profesión, algunas vacías de contenido", valoró Uranga de los nuevos estudios.
El maestro de periodistas analizó la evolución de la profesión periodística: "Se ha diversificado hacia otras ocupaciones: el marketing, los gabinetes políticos y profesionales... Un hombre público es hoy muy poco si no tiene un periodista detrás".
En su intervención, la profesora Mercedes Montero destacó la "pasión" con la que avanzó el proyecto. "Hemos vivido deprisa. Eso es lo primero que se desprende del libro", destacó.
Basta con recordar que los estudios de Periodismo echaron a andar en octubre, recién nacidos de un curso de verano. Montero hizo hincapié en el auténtico motor de la Facultad: la investigación. De hecho, a los alumnos de la primera promoción se les exigió que redactaran una tesina al final de la carrera.
En 1971 llegó la conversión de los estudios de periodismo en Facultad de Ciencias de la Información. Montero explicó así el sentido de esta apresurada historia: "Unas bases puestas con esfuerzo y pocos medios, pero con seguridad en lo que había que conseguir".
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