domingo, 26 de julio de 2009

Cuando Tintín es reportero rosa y 'hace el amor' con una madura Catherine Deneuve

BRUSELAS.- Trece años después de la muerte de Hergé, el mundo de su héroe Tintín se ha venido abajo. El capitán Haddok ha caído en el alcoholismo, el profesor Tornasol ha ingresado en un sanatorio psiquiátrico, su inseparable perro Milú ha muerto. El personaje más importante del cómic mundial vuelve a su profesión de periodista para luchar contra la depresión pero sólo encuentra trabajo en la prensa del corazón. Escéptico, en plena crisis, hace el amor con una madura Catherine Deneuve a la que tiene que entrevistar.

Este relato de ficción que forma parte de un gran libro de ensayos titulado El loto rosa, un homenaje al gran autor belga editado en diciembre de 2007 con ilustraciones de Ricard Castells y del pintor Hernández Landazabal, le ha creado un gran problema a su autor, el escritor aragonés afincado en Vitoria, Antonio Altarriba (1952).

La todopoderosa sociedad Moulinsart, que gestiona los derechos de la obra de Hergé, convencida de que «pervertía la esencia del personaje», ha movido sus tentáculos legales para intentar, primero, la retirada del volumen y conseguir, después, vía acuerdo, que no se pueda reeditar. El asunto ha salido en la primera de The Guardian.

Para alguien que admira tanto a Hergé y su «gran clásico del cómic europeo, es una gran decepción que me afectó mucho al principio, aunque ya empiezo a tener callo», dice Antonio Altarriba. El guionista y profesor, que dedicó su tesis doctoral a la historieta gráfica en francés y es un especialista en el personaje más leído por los niños españoles, abordó así dos leyendas: Tintín no envejece y en su mundo no existe la mujer.

Demasidado iconoclasta para los herederos, «que han talibanizado la imagen del cómic belga, la que ellos quieren dar. Esto puede matar la propia afición y abre un debate entre la creación y los derechos de autor. El exceso de celo tira piedras contra el propio personaje. Hay revistas especializadas que han abandonado la tintinología porque Moulinsart está demasiado encima», reflexiona Altarriba, que ya se siente al borde de la delincuencia.

Tintín es un personaje goloso, recuerda el ensayista, que en breve servirá de pretexto para un gran lanzamiento cinematográfico con Steven Spielberg entre los directores de una serie basada en las aventuras del joven reportero que nunca escribió una crónica.

«Hay mucho dinero detrás», insiste el autor censurado, que después de haber dedicado tanto tiempo a dar a conocer el cómic en general y la obra del gran dibujante belga, en particular, lamenta pasar a la posteridad como el «autor que pervirtió a Tintín». Al menos, los 1.500 ejemplares del libro, que ya no verá la luz, son objetivo de coleccionistas.

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