sábado, 11 de julio de 2009

En China, los periodistas extranjeros deben partir de Kashgar "por su seguridad"

PEKÍN.- Las autoridades de Kashgar, la segunda ciudad de Xinjiang (noroeste de China), ordenaron el viernes a los periodistas extranjeros, que se fueran "por su seguridad".

"Todos los periodistas extranjeros deben partir por su seguridad", declaró a un fotógrafo y un corresponsal, Chen Li, encargado de las relaciones con la prensa del Municipio de Kashgar.

Un pequeño grupo de periodistas de medios de comunicación foráneos había llegado recientemente a Kashgar, la capital cultural y religiosa de Xinjiang, sobre la antigua Ruta de la Seda, a unos 1.000 km al sudoeste de Urumqi, la capital regional.

El distrito de Kashgar, donde los uigures --musulmanes de lengua turca-- constituyen la mayor parte de la población, aunque son minoritarios en la ciudad de Urumqi, se vio agitado recientemente por disturbios de pequeña magnitud.

Los periodistas fueron llevados a su hotel el viernes de mañana y tuvieron que esperar una parte del día allí hasta la decisión final de las autoridades locales, que les ordenaron partir.

Urumqi había recibido a la prensa extranjera a partir del lunes, un día después de los motines, manifestando una apertura poco habitual hacia los periodistas.

Después de los disturbios étnicos que el domingo dejaron al menos 156 muertos en Urumqi, Rebiya Kadeer, la líder de los exiliados uigures, señaló que había recibido informaciones no confirmadas según las cuales los motines se habían extendido a Kashgar, dejando 100 muertos.

El argumento de la seguridad es utilizado regularmente por las autoridades chinas cuando quieren alejar a los periodistas de las zonas delicadas, como sucedió recientemente en las áreas tibetanas o en la provincia de Sichuan (sudoeste), un añoo después del sismo.

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