miércoles, 1 de julio de 2009

En Honduras amenazan a periodistas contrarios al golpe

BUENOS AIRES.- Una corte de Honduras amenazó con multar y encarcelar a Jhonny José Lagos, redactor del periódico “EL Libertador”, después que el medio preguntara a sus lectores si estaban a favor o en contra de una “consulta pública” respecto a los cambios constitucionales propuestos en la encuesta que debió hacerse el domingo 28 de junio, según denunció la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP), de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) y recoge Argenpress.

La corte notificó por escrito al periodista Lagos (en la imagen) que le aplicaría un castigo contemplado en el artículo 349 del código penal, que se refiere a sanciones contra funcionarios oficiales del gobierno, no a los periodistas. “Por qué uno no puede preguntarle a la sociedad si está interesada en una nueva constitución? ¿Acaso es ilegal hacer esa pregunta?”, dijo el periodista.

Jhonny José Lagos manifestó que el “EL Libertador” no hizo nada ilegal en interrogar a la opinión pública. Añadió que, además del aviso publicado por la corte, también ha recibido amenazas de muerte vía llamadas telefónicas y e-mail. Observó que si cualquier cosa le ocurre, la responsabilidad será de los "grupos de poder" de Honduras.

“Si repentinamente aparezco con tres heridas de puñal y nada en mi cartera para hacerlo parecer un crimen común, o si termino atropellado bajo las ruedas de un automóvil que lo que ellos llamarán "un accidente", o si encuentran cocaína en mi bolsillo, ¡todo eso será falso!”, dijo Lagos.

El periodista indicó que detrás de las acciones en su contra podrían estar dos ex presidentes de Honduras, Carlos Flores Facussé y Ricardo Maduro, y los hombres de negocios Jorge Canahuati y José Rafael Ferrari, ambos dueños de medios de comunicación.

En Honduras hoy reina la desinformación, debido a la represión, amenaza, bloqueo y detención de trabajadores de los medios de comunicación. Los escasos medios cuya existencia permite el gobierno de facto tampoco están cumpliendo su misión informativa, que constituye la razón de ser del periodismo. Amado López, director del Canal 36, anunció que su estación fue silenciada el martes. La estación tampoco pudo continuar transmitiendo sus imágenes a Telesur.

Adriana Sívorí, de Telesur, se encuentra entre siete periodistas internacionales que fueron maltratados y detenidos en su hotel por más de 40 minutos. Además, les quitaron sus teléfonos celulares y los sacaron del hostal. Más tarde, el general Romeo Vásquez Velásquez, dijo que hubo “una equivocación”.

Los medios permitidos por el gobierno golpista más bien se dedican a catequizar a la gente, para que se acostumbren a una ”nueva vida”, según denunciaron dirigentes de organizaciones sociales que apoyan el regreso de Manuel Zelaya a la presidencia. “Significa que ciertas radio están en tareas de "mentalización", en vez de información”, dijo el dirigente, quien denunció allanamientos y detenciones de líderes populares y políticos vinculados a Zelaya, efectuados durante la noche. Los alrededores del palacio están militarizados, igualmente las carreteras y aeropuertos.

En Tegucigalpa hoy no existen medios informativos propiamente tales, mientras proliferan amenazas a dirigentes sindicales y de organizaciones sociales. Las radioemisoras están copadas por militares, que permanecen esperando órdenes. Los periodistas manifiestan que sienten miedo de moverse y de hablar cosas que puedan resultar "indebidas" por quienes los están vigilando.

En definitiva, los medios no funcionan y la prensa está bloqueada, pero la comunicación social se ha vuelto horizontal: todas las manifestaciones que están realizándose contra el gobierno golpista son coordinadas horizontalmente, por vía telefónica

Freddy Fernández, de la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) describió una situación de tensión e incertidumbre. Dijo que el ministro de la presidencia de Zelaya, hablando por Canal 11 de TV, desconoció a las autoridades de facto y llamó a la población a mantener la resistencia pacífica.

Los educadores permanecen en paro, mientras la Universidad suspendió sus actividades y crecen las expectativas por el regreso del presidente Zelaya, dijo Fernández. Algunos medios comenzaron a hablar sobre lo que realmente está ocurriendo en el país, pero se trata de periódicos y radioemisoras que están fuera de Tegucigalpa, la capital.

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