domingo, 12 de julio de 2009

Jaume Roures, editor: "El papel no muere"

MADRID.- Jaume Roures (Barcelona, 1950) viste vaqueros, carga el portátil y en su tarjeta de visita no figura ningún cargo, tan sólo pone Mediapro. Nadie diría que está ante el hombre más poderoso del audiovisual español, que tuvo la visión necesaria para hacerse con los derechos televisivos del fútbol y la Fórmula 1. Además, puso en marcha La Sexta, lanzó el diario 'Público' y produce películas a Woody Allen. Siempre habla en primera persona del plural y sonríe cuando se le recuerda que 'Liberation' le ha bautizado el 'Rupert Murdoch español'. «Son tonterías de periodista», responde.

Militante en su juventud de la Liga Comunista, Roures conoció las cárceles franquistas y empezó desde abajo en TV3. Lo demuestra cuando, reacio a posar para las fotos, elige el sitio con mejor luz para que le retraten mientras contesta al periodista. «Estuve en informativos y después pasé a deportes, agarraba una cámara, hacía lo que hiciese falta». Tras dos años de 'guerra del fútbol', Mediapro ha llegado por fin a un acuerdo con Prisa. Se acabó el fútbol en abierto, tan sólo los sábados y por imperativo legal se emitirá en La Sexta un partido de Liga.

Lo entrevista el grupo 'Vocento'.

-¿Se puede ser empresario y de izquierdas?

-Siempre contesto lo mismo: ¿A un empresario cristiano le preguntáis lo mismo? ¿No es una contradicción teórica ser empresario y cristiano? Yo no tengo ninguna.

-Dejó la escuela a los doce años para trabajar en una imprenta.

-No tiene trascendencia informativa. Cuando yo tenía 12 años todo el mundo trabajaba. Es un dato que no forma parte de mi trayectoria, sencillamente la gente se espabilaba en aquella época miserable y gris.

-Forma parte de la biografía de alguien hecho a sí mismo.

-Las personas no se hacen a sí mismas ni tienen una gran mujer detrás. No hay nadie que se haya hecho a sí mismo, sino a costa de los demás o colaborando con otros. Existe alguien que, desde pequeño, ha sabido rodearse de buena gente.

-Pasó por las cárceles franquistas.

-Como miles de personas en mi época. Tampoco es un dato relevante, otra cosa es que hoy se quiera obviar que había miles de presos, no éramos cuatro gatos atolondrados como se quiere hacer ver. Se trata el tema con una frivolidad que me pone enfermo. Hoy parece que no pasaba nada, que el franquismo era una cosa de los abuelos. Debemos tener la vergüenza de saber que en algún lugar de Europa hay 150.000 personas en fosas comunes. De eso tenemos que preocuparnos.

-¿En TV3 entró como periodista?

-No, yo nunca he sido periodista. Entro ganando una oposición. Primero en informativos y después en deportes. Agarrando una cámara o lo que hiciese falta.

-En su tarjeta no figura su cargo.

-No, como en todas las de Mediapro. Desgraciadamente, si no se le pone un cargo a alguien no encuentran referencias. Nos hemos esforzado en crear una estructura diferente. Tenemos un equipo amplísimo que no espera a que alguien de arriba diga lo que tiene que hacer. Espabila, innova y desarrolla su talento y su responsabilidad. Por eso nuestra empresa funciona más ágil y alegre que otras. Los socios de lo que llamamos consejo acabamos haciendo más de comerciales que otra cosa.

-'Liberation' le llama el 'Rupert Murdoch español'.

-No podéis superar las etiquetas. Sin querer molestar, me parecen tonterías de periodista. No entiendo por qué tanto esfuerzo en encasillar. Murdoch y yo no tenemos nada que ver, mal iría si yo pretendiese ser él. Por suerte La Sexta no se parece a Fox News. Y no sólo ideológicamente. Creemos en lo que hacemos y lo pasamos muy bien. Es nuestro gran atributo y ventaja, no estamos esclavizados en ningún megaproyecto. Si cuando empezamos cuatro hace 15 años nos hubiesen dicho que estaríamos aquí nos habríamos reído. Los imperios son para los que los quieren construir, nosotros somos bastante antiimperialistas...

-¿Es amigo del presidente Zapatero?

-Forma parte de la misma mitología. Se quiere negar que gente normal trabajando mucho y teniendo un poco de suerte pueda construir cosas, siempre se buscan explicaciones como las amistades políticas. ¿Quién hay detrás de Mediapro? Nadie, porque todos estamos delante. Esa estrategia sirve para encubrir los déficits de los otros. Podría escribirle la lista de cosas en las que se nos favorece. Si Zapatero vuelve de China con un gran contrato para Telefónica a todo el mundo le parece genial; si fuese para Mediapro, sería un escándalo. Hoy mismo leía que la Comisión del Mercado de Valores afirma que no hace falta que Iberia haga una OPA. ¡Imagínese si hablase de una OPA de Mediapro sobre Prisa! Llamar regalo a una concesión que costó 600 millones de euros hay que ponerlo entre comillas.

-¿Cuáles son sus lujos?

-Poder hacer lo que quiero en mi trabajo y en mi vida.

-¿Cómo contempla la actual crisis desde su formación marxista?

-Es la fotografía de lo que se ha dicho siempre, pero no es la primera crisis. La ONU descubrió el otro día que hay mil millones de personas que pasan hambre cada día. No estábamos tan equivocados.

-Defiende la identidad catalana y el derecho de Cataluña a decidir su futuro.

-Sí. Me parece algo muy normal, sucede en muchos otros sitios. Me parece perfecto que los catalanes puedan decidir qué quieren ser de mayores, ahora no tenemos el derecho de poderlo decir. Es una cosa muy básica de la democracia, no me estoy inventando nada. Ni siquiera tiene que ver con el marxismo. Viene de la revolución burguesa del siglo XVIII, lo que pasa es que en este país vamos un poco atrasados en cultura democrática.

-¿Quién tuvo la culpa de la 'guerra del fútbol'?

-Nosotros diremos que Sogecable y ellos supongo que dirán que nosotros. Que hayamos vendido los derechos ahora sitúa las cosas en su justo término y explica qué ocurrió. Se elimina el 'leit motiv' del conflicto, de quién eran los derechos.

-David venció a Goliath.

-Ni somos David ni luchábamos contra Goliath. Podía verse como una lucha desigual, pero sabíamos que teníamos la razón aunque nadie daba un duro por nosotros.

-¿El fútbol es un bien de interés general?

-Eso dice Cascos... Yo creo que no. Es uno de los instrumentos de ocio más importantes, pero no tiene que ver con las necesidades básicas. Mal estaríamos si el fútbol fuese de interés general. La prensa sí lo es.

-¿La crisis no afecta al fútbol?

-Quiere vivir al margen de la crisis y se equivoca. Debería acomodarse a la realidad.

-Salvo el partido de los sábados en abierto, es el fin del fútbol gratis.

-Nunca dijimos que lo que ha pasado estas dos últimas temporadas iba a ser la tónica. Tanto partido en abierto era una coyuntura necesaria para nosotros porque era la única manera que teníamos de que se vieran. Pero era la excepción y se volvería a la normalidad cuando acabase la 'guerra'. En el resto de Europa no hay fútbol en abierto, somos los únicos por esa llamada ley del 'interés general', que implica a los clubes unas pérdidas de 150 millones de euros al año que nadie les compensa. Lamentable, pero es así.

-Fernando Alonso les ha chafado este año la Fórmula 1.

-El que peor lo vive es él. Es un tema coyuntural. En las tres primeras carreras la audiencia fue mejor que el año pasado, en Reino Unido también deben de estar sufriendo con Hamilton y McLaren... Lo importante es que la F1 tiene un suelo. Es un producto de primer nivel, y aunque Alonso no mejore esta temporada, que todo el mundo espera que lo haga, no bajaría mucho. Una competición que antes no gozaba de las simpatías de la gente ahora sí lo hace. Iría mejor si fuese más competida. Los ingenieros nos han fastidiado.

-Gabilondo en el programa de Buenafuente, ¿escenificaba la inminente fusión entre Cuatro y La Sexta?

-Fue algo accidental, se quieren ver mensajes donde no los hay. Nosotros no le dictamos a Buenafuente a quién tiene que invitar ni a Wyoming a quién parodiar.

-¿Han avanzado las negociaciones?

-El acuerdo que se hizo público era para ver si había posibilidades de llegar a una fusión. Estamos en ese proceso. Hablamos de estructuras muy grandes que vienen de culturas diferentes. Nosotros hacemos televisión con cien personas, los otros con más de mil. Estamos en una fase incipiente para ver si merece la pena abordar ese proceso en serio.

-¿Esa es su ventaja frente a los competidores, producir contenidos con una pequeña estructura?

-Las televisiones privadas y las autonómicas calcaron el modelo autárquico de Televisión Española, y no hacía falta. Los productores tenemos una ventaja, sabemos de qué hablamos. Además, el último que llega tiene la ventaja de no repetir los errores de sus predecesores. A veces se olvidan de que llevamos 25 años en este sector y algo sabemos.

-Primera fase del apagón analógico y ahora resulta que los descodificadores que hemos comprado no valdrán para la TDT de pago.

-14 millones y medio de hogares podrán, si quieren, apuntarse a la TDT de pago con contenidos de más calidad, por los que se supone que vale la pena pagar. Eso es una gran ventaja respecto al pasado. En España, la televisión de pago tiene una penetración del 25%, frente al 50% del resto de Europa. Tiene que ver con decisiones políticas erróneas, que quisieron beneficiar al satélite en detrimento del cable. Si el cable estuviera más desarrollado, ahora no estaríamos discutiendo sobre la alta definición ni sobre el retraso de la banda ancha.

-¿Qué le parece que TVE elimine la publicidad?

-Tranquiliza que tenga un presupuesto estable y suficiente, pero estoy convencido de que esa publicidad no va a ir a las privadas.

-¿No le parece lícito que una cadena pública aspire a no dar anuncios?

-Lo que me parece lícito es que una cadena pública tenga los elementos necesarios para hacer una buena programación y estar cerca de la audiencia, me da igual si lo hace con publicidad o sin ella. TVE ha acometido un proceso ejemplarizante de discusión y consenso sobre su estructura, con una dirección que deja de ser política y pasa a ser profesional. Eso ha dado resultados positivos, ha conquistado el liderazgo de la audiencia de manera estable y ya no es un elemento arrojadizo entre las fuerzas políticas.

-¿El modelo audiovisual actual es sostenible?

-El de la TDT, no. El sector necesita reestructurarse a medio plazo. Sería positivo que las autonómicas tomaran el ejemplo de TVE, porque no puedes tener cadenas donde las estructuras cuesten más que los contenidos. Las generalistas deberán reorientarse, porque nos pierde repetir siempre lo mismo y a las mismas horas. El espectador está cambiando y cambiará. Pero Internet no se comerá a la televisión, de la misma manera que la televisión matinal no se comió a la radio ni la prensa gratuita a la de pago. La marca no será tanto la cadena como el contenido, porque con la TDT se convierte en una plataforma con cuatro canales. Hay que acercarse al espectador de otra manera, desde su casa manda mucho, ya no se limita a mirar, sino que exige lo que quiere ver. Cada día es más ciudadano y menos carnaza publicitaria.

-¿Qué piensa de los que predicen la muerte de los diarios en papel?

-No es cierto. Se puede demostrar, como mínimo hasta el momento de la crisis económica, que la prensa de pago continuaba creciendo. La crisis ha puesto en cuestión los viejos modelos de grandes estructuras, no es extraño que quien más la ha sufrido sean los grandes periódicos. El papel no ha sabido seguir la estela de la gente, ya no es la principal fuente para informarse, pero sí para referenciarse y formar opinión. Nosotros reconocemos que tampoco hemos sabido casar el papel con el digital, y eso que hemos sido los últimos en aparecer.

-No es comparable el grado de influencia y la rentabilidad publicitaria de la prensa con el de Internet.

-Sí. Internet cada día tiene un nivel más bajo. Hay poca reflexión, análisis y opinión fundada, predomina el grito y el insulto. Internet es un arma de comunicación temible para lo bueno y lo malo. Más fácilmente manipulable que la plancha, porque ahí ya conocemos los límites de lo manipulados que estamos.

No hay comentarios: