jueves, 16 de julio de 2009

La ONG de la periodista rusa asesinada acusa al presidente checheno

MOSCÚ.- La ONG Memorial, con la que colaboraba la periodista y militante rusa de derechos humanos Natalia Estemirova, acusó este jueves de su asesinato al presidente checheno, Ramzan Kadyrov, mientras capitales occidentales presionaban a Rusia para que impulse una investigación independiente.

Memorial declaró que el controvertido presidente checheno, cercano al Kremlin, era responsable del asesinato, independientemente de quién hubiera ordenado el homicidio.

El cuerpo de Estemirova, de 50 años, fue encontrado el miércoles por la tarde con heridas de bala en la cabeza y en el pecho, después de haber sido secuestrada al lado de su casa en la capital chechena, Grozny.

El asesinato de Estemirova inmediatamente recordó al de su amiga y colaboradora, la periodista de investigación rusa Anna Politkovskaya, asesinada en octubre de 2006.

El presidente ruso, Dimitri Medvedev, condenó inmediatamente el asesinato.

Medvedev se mostró "indignado por este asesinato" y ordenó la apertura de una investigación de alto nivel, indicó la portavoz del Kremlin, Natalya Timakova.

Los investigadores rusos seguían este jueves cuatro pistas para esclarecer el asesinato de Estemirova: la vinculada a su actividad pública, una provocación de jefes de bandas armadas, el robo y la vinculada a sus relaciones personales, precisó el viceministro ruso del Interior, Arkadi Edelev, citado por la agencia Interfax.

"Lo sé, estoy seguro de la identidad del culpable del asesinato de Natalia Estemirova, lo conocemos todos: su nombre es Ramzan Kadyrov", declaró en un comunicado el miércoles por la noche Oleg Orlov, el responsable de Memorial.

Kadyrov "amenazaba a Natalia, la insultaba y la consideraba como una enemiga pública", continuó. "No sabemos si él mismo dio la orden o si sus colaboradores lo hicieron para complacer a su jefe", agregó Orlov.

Natalia Estimirova, militante premiada, denunciaba la continuación de las exacciones en Chechenia, país oficialmente pacificado.

Kadyrov, sin embargo, mostró su indignación por el asesinato de una "mujer indefensa" y pidió vigilar personalmente la investigación, según la agencia de noticias rusa RIA Novosti.

Kadyrov es un personaje altamente controvertido, alabado por el Kremlin por restaurar cierto grado de estabilidad en Chechenia, pero criticado por los militantes de derechos humanos que le acusan de permitir a las milicias seguir adelante con los secuestros y las torturas.

A principios de mes, Memorial y la ONG Human Rights Watch publicaron un informe en el que acusaban a las fuerzas de seguridad chechenas de quemar las casas de las familias de los supuestos guerrilleros como castigo.

La rápida reacción del Kremlin -apenas dos horas tras la confirmación del crimen- contrasta con la lenta respuesta a otros asesinatos de militantes como el de Politkovskaya.

Pero los Gobiernos occidentales y los grupos de derechos humanos exhortaron a las autoridades a llevar a los responsable ante los tribunales, algo que no ha ocurrido en casos similares que se han producido en la última década.

El portavoz del Departamento de Estado Estadounidense, Ian Kelly, señaló que Washington estaba "profundamente entristecido" y añadió en un comunicado: "Llamamos al Gobierno ruso a llevar ante la justicia a los responsables".

Kenneth Roth, director de Human Rights Watch, señaló en un comunicado que "es hora de que el Gobierno ruso actúe para acabar con estos asesinatos (de activistas) y enjuiciar a los responsables".

Estemirova había acusado a las fuerzas de seguridad de llevar a cabo una ejecución extrajudicial de un presunto rebelde frente a su pueblo el 7 de julio, una acusación que había provocado el enfado de las autoridades locales, según Memorial.

Rusia puso fin a principios de años a 10 años de operación "antiterrorista" en Chechenia, una región principalmente musulmana, devastada por dos guerras separatistas desde el colapso de la Unión Soviética en 1991.

El cuerpo de Estemirova fue hallado en la vecina región de Ingushetia, también de mayoría musulmana y sacudida por la violencia en los últimos meses.

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