miércoles, 15 de julio de 2009

Los tiempos están cambiando / Javier Pérez de Albéniz

Como ustedes saben, a las noticias de los diarios les sucede lo que al pescado: comienzan a oler cuando tienen más de 48 horas. Imaginen cómo apestaba El País del domingo cuando lo compré el martes, sin suplemento y por casi cinco dólares (4.75), en un kiosko del Village.

El hedor se convirtió en insoportable cuando comencé a leerlo en un Starbucks del Soho mientras miraba de reojo a una chica que, a pocos metros de mi mesa, actualizaba la portada del New York Times en su portátil. A su lado, un ejecutivo hacía lo propio desde su iPod. La red wi-fi de la cafetería, de todo Nueva York, es fantástica. Mucho mejor que la de distribución de prensa.

Conseguir un periódico en NYC se ha convertido, aunque cueste creerlo, en algo complicado. Cada día hay menos kioskos, menos diarios.... y, paradójicamente, más lectores. Cuando lean estas líneas ya podrán comprar en amazon.com el nuevo Kindle, y tendrán la oportunidad de suscribirse con unos precios ajustados a grandes periódicos y revistas (NYT por 13,99 dolares al mes, Newsweek o Time por 1.49).

Me temo que las dificultades para acceder a internet en España están ralentizando los procesos de cambio. Sí, la anunciada muerte de la prensa escrita. O quizá sólo del periodismo tal y como lo entendemos actualmente. O puede que únicamente de los medios de comunicación concebidos como enormes máquinas de ganar dinero.

"Es que es imposible separar el futuro del periodismo del futuro de los periódicos", señaló Pedro J. Ramírez en un debate sobre el futuro de los medios de comunicación que tuvo lugar en el congreso anual de Google. Para confirmar su teoría, el director del periódico que tan rigurosamente informó sobre el 11-M no dudó en subrayar "la importancia para el sistema democrático de la supervivencia de los grandes gigantes de la información".

Escribo este post desde el Village, un barrio donde cada vez es más fácil estar informado y más difícil conseguir un diario. Donde se puede ver cómo los gigantes de la comunicación se tambalean mientras la información busca nuevos senderos para circular. El barrio donde allá por 1964 Bob Dylan ya nos advertía de que los tiempos estaban cambiando...

"Su viejo camino envejece rápidamente,

por favor, dejen paso al nuevo si no pueden echar una mano...

La línea está trazada y marcado el destino

Los lentos de ahora, serán rápidos más tarde

como lo ahora presente más tarde será pasado,

el orden se desvanece rápidamente

y el ahora primero más tarde será el último

porque los tiempos están cambiando".

www.soitu.es

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