miércoles, 8 de julio de 2009

Martín Medem: "Se están cargando a la televisión pública con cinismo y chapuzas legales"

MADRID.- El periodista canario José Manuel Martín Medem, ex consejero de RTVE y autor de 'La agonía de TVE', dice que ya "no se puede mantener el discurso sobre la defensa de la televisión pública como determinante para la calidad democrática" para luego "cargarse las posibilidades de mantenimiento o mejora", según dice en 'Periodista Digital'.

¿Ha claudicado el Gobierno ante las privadas?

Los que defendíamos una auténtica radiotelevisión pública, siempre habíamos pedido la eliminación de la publicidad en RTVE. Pero me da la impresión de que el Gobierno no lo hace con el convencimiento sino porque, ante la crisis económica, hay demasiados operadores de televisión comercial para una publicidad reducida. Desde que el Gobierno de Zapatero autorizó a Canal+ a convertirse en Cuatro y concedió a sus amigos del sector un nuevo canal -La Sexta-, se había comprometido a aumentar la tarta a repartir. Es lo que ha hecho, porque en definitiva no es tanto una iniciativa para mejorar la televisión pública sino una decisión política para calmar las reclamaciones de las privadas, que ahora piden que se haga lo mismo con la cuota de las autonómicas.

¿Por qué no se había hecho esto antes con las autonómicas, que son más caras y reciben más críticas por su parcialidad?

Lo que se debería haber hecho, pero desde hace por lo menos diez años, era una Ley General Audiovisual que estableciera las reglas del juego y el control del negocio. Pero ha sido al revés: ir haciendo chapuzas antes de llegar a la Ley. Es como si se hubiera hecho primero las leyes y luego la Constitución. La gran asignatura pendiente es que haya una Ley General Audiovisual con un Consejo Audiovisual que le dé coherencia a todo el escenario

.Las últimas medidas en esta materia se han presentado a última hora y corriendo. ¿Qué se está ocultando?

Se oculta la poca defensa de lo público y las muchas concesiones al negocio audiovisual. Si se ponen todas las cosas que dices que se han hecho de chapuza se configura un escenario de fortalecimiento del negocio y un debilitamiento de la televisión como servicio público.

¿Y la nueva Ley General Audiovisual que ya está tramitándose garantiza la condición de servicio público de RTVE?

El servicio de interés público se garantiza de tres maneras: estableciéndolo en las leyes ya que la Constitución sigue definiendo a la radiotelevisión como un servicio público esencial y fundamental para la calidad de la democracia. En segundo lugar tiene que haber un modelo de financiación adecuada para cubrir las necesidades. Y, por último, una actitud pedagógica de defensa de la necesidad del servicio público desde la escuela a la universidad.

Primero Caffarel, de perfil académico, y su 'consejo de sabios'; ahora Fernández, de la empresa privada y un hombre más interesado en la cuenta de resultados que en dar un servicio público. ¿Se trata de una estrategia establecida o están dando palos de ciego?

Es una estrategia por acumulación de chapuzas con un objetivo inicial. Primero se quitó con un ERE la mitad de la plantilla, lo que reduce su capacidad de presencia. Al mismo tiempo se externalizó prácticamente toda la producción de programas y parte de informativos: el negocio se saca a productoras de amigos del PP y del PSOE. Ahora viene una eliminación de la publicidad que, en un futuro no muy lejano, llevará probablemente a una reducción del presupuesto de TVE a la mitad.

Quitar la publicidad es lo mejor que puedes hacer para ofrecer una auténtica televisión pública. Pero para eso, como la mitad del presupuesto tiene que ponerse de los PGE. Si los 1.200 millones de euros anuales que cuesta RTVE se asumieran en los PGE, todos los canales de radio y televisión saldrían a diez céntimos al día a cada ciudadano. No se puede decir que sea una ruina.

Eso dependerá del contenido...

Para eso hay que definir el servicio público. Pero me temo que este proyecto, si la mitad se obtendrá de porcentajes de empresas de telecos o privadas, no tendrá estabilidad. Al contrario, cuando las televisiones comerciales se acaben cansando de aportar de sus ingresos, este canon reducirse o eliminarse y nos quedaremos con un bonsái de TVE.

Hablando de aportaciones, ¿qué pintan las telecos en todo este jaleo?

No tiene ninguna explicación. No se benefician en nada y si el Gobierno les obliga a pagar el canon de RTVE lo van a trasferir en el precio de sus servicios aparatos. Subirán precios y serán los ciudadanos los que acaben pagándolo.

¿Qué le ha parecido la postura del PP sobre el tema? Me refiero a que han tenido una postura bastante errática y no acaban de definirse.

El PP tiene contradicciones en sus posiciones entre el Parlamento y el Consejo de Administración por coyunturas políticas y divisiones dentro del partido. Pero estratégicamente lo que hacen es seguir todas las iniciativas que los gobiernos del PSOE han desarrollado para reducir el tamaño y la capacidad de presencia de RTVE. En la pasada legislatura, el único acuerdo al que se llegó fue la nueva radio y televisión de titularidad pública estatal. El PP puede decir cosas distintas en diversos momentos, pero asume la estrategia del PSOE siempre y cuando sea reducir RTVE. De hecho, han pedido privatizarla en Madrid o Valencia.

¿Sin publicidad habrá nuevos despidos en RTVE?

Si habiendo publicidad pudieron reducir la plantilla a la mitad. Ahora que la quitan, es absurdo que digan que mantendrán la plantilla. Todos aquellos que se encargan de los servicios de comercialización para obtener anuncios dejan de tener un cometido y son perfiles profesionales muy difíciles de reconvertir hacia servicios técnicos o periodísticos. Sobra personal.

Lo que pasa es que habría que pedir sinceridad a todos y que digan lo que de verdad piensan. Los que quieren acabar con la radiotelevisión pública, que lo planteen en el Parlamento por si hay que cambiar el modelo audiovisual. Lo que es una práctica de cinismo sostenida estos años es el discurso aparente sobre la defensa de la televisión pública como determinante de la calidad democrática y luego, chapuza tras chapuza, irse cargando las posibilidades de mantenimiento o mejora.

¿Le constan pelotazos como el cambio de sede de su época en el Consejo?

No. Cuando estuve en el Consejo no hubo ninguna situación donde se pudiera plantear. Ahora, lo más grave es que se aprobó en el Consejo gracias al voto del actual represenante de Izquierda Unida. Si ésta no hubiera dado su apoyo, se hubiera podido paralizar un proyecto urbanístico que, me temo, oculta una operación de muchísimo dinero.

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