jueves, 9 de julio de 2009

Juan Jesús Melgar: «El periodista de raza es una especie en peligro de extinción»

CEUTA.- Dedicado a ser informador desde hace más de veinte años y tras una etapa en SER Ceuta Juan Jesús Melgar cubrió la primera guerra del Golfo, acudió a Ruanda tras el conflicto entre hutus y tutsis y formó tándem con Jesús Quintero en la radio. El ejercicio de su profesión durante más de veinte años le ha unido a nombres como Carlos Herrera, Ángela Rodicio, Augusto Delkáder, Manu Leguineche y muchos más. Lo ha entrevistado 'El Pueblo de Ceuta'.

Las anécdotas jalonan la trayectoria de este veterano profesional de la información. Tiene un bonito recuerdo de su trabajo al lado de Jesús Quintero, el ‘loco de la colina’. Fue subdirector y productor de su programa de radio en RNE y la SER.

De aquella época destaca la entrevista de protagonista a Rafi Escobedo (relacionado con los crímenes de los Urquijo) antes de ahorcarse. Otra interesante le situó en pleno desierto de Libia.

Allí acudió para entrevistar al líder libio, Muamar el Gadafi: “Con sorpresa descubrí como su cuerpo de guardias estaba formado íntegramente por mujeres”.

Cerca de allí, aunque en clave de conflicto bélico, Melgar acudió como enviado especial de la SER a la primera guerra del Golfo transcurrida entre agosto de 1990 y febrero de 1991. Especial fue su forma de llegar allí.

“Como no repartieron más visados para periodistas me colé como productor musical con una banda que iba a dar un concierto por la paz”, sentencia. Esta treta le vino de perlas al por entonces director de la SER, el ceutí Augusto Delkáder. Allí se encontró con Manu Leguineche o Ángela Rodicio.

Después de volver de Kuwait Melgar tuvo una experiencia en otro conflicto, aunque esta vez después de su finalización. El desplazamiento le llevó hasta Ruanda, donde se produjo una cruenta guerra civil entre hutus y tutsis. “Fue muy duro”, precisa, “porque tuve que ver morir entre mis brazos a una pequeña niña, ya que no había medicamentos para atenderla”.

Durante todos esos años practicó un periodismo que, según mantiene, “ya no existe”.

“El periodista de raza es ahora una especie casi en extinción”, apunta.

Melgar se muestra escéptico ante la figura del periodista empotrado, tan en boga en los últimos conflictos, ya que “mata la objetividad porque se niega la dualidad de visiones”. Según este, “ser indisciplinado es la mejor manera de ser disciplinado con tu profesión”.

Otra de las diferencias del periodismo de guerra de ahora respecto al de entonces reside en la presencia de las tecnologías que, según este, “se han cargado el romanticismo”. El periodista recuerda como por aquel entonces la auténtica odisea no era recoger la información sino enviarla a la redacción. “Esos tiempos ya no van a volver”, sentencia.

La experiencia que da el trabajo durante años en un medio como el televisivo confiere a Melgar el carácter de voz autorizada para opinar sobre el panorama actual del mismo. No duda en afirmar que las televisiones han puesto el cartel de ‘todo por la audiencia’ y es que “el todo vale está funcionando”.

Este se muestra crítico con la presencia de contenidos obscenos y nada edificantes en horario de presencia de menores ante los televisores. Melgar incide en que debería haber una mayor tutela y control de los padres pero lamenta: “Al final tenemos las televisiones que nos merecemos”.

De otro lado, Melgar elogia el esfuerzo de los becarios y les aconseja la creatividad y la imaginación como elementos para proliferar en esta profesión. El periodismo está difícil. Él lo tiene claro: si su hijo o su hija piensan en dedicarse a esto les diré que cambien de idea.

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