lunes, 20 de julio de 2009

Periodistas y opositores políticos sirios hablan desde la cárcel

DAMASCO.- Los prisioneros políticos en Siria sufren mucho, dice la Red Árabe por la Información de Derechos Humanos (ANHRI), que publicó una carta firmada junio. Antes de la visita de alto nivel del ministro de Relaciones Exteriores francés a Siria la semana pasada, Reporteros sin Fronteras (RSF) informó además de las malas condiciones en la cárcel.

En su carta, los prisioneros políticos, entre ellos muchos "blogueros" y periodistas, dicen que están bajo un nivel de vigilancia constante, con guardias de seguridad escuchando sus conversaciones con parientes y abogados.

Los prisioneros dicen que con frecuencia son obligados a dormir en el suelo pues sólo hay camas para la mitad de ellos. También son sujetos de frecuentes allanamientos y pueden ser puestos en confinamiento solitario por diez10 días por poseer algo tan inofensivo como una cuchara.

Numerosos prisioneros están sufriendo de mala salud y necesitan atención médica, como el abogado activista y escritor Ali Al-Abdullah. Se informa que el ex parlamentario Riad Seif y el doctor Kamal Labwani sufren de cáncer de próstata, y que no están recibiendo tratamiento.

No ha habido noticias del hijo de Ali Al-Abdallah, Omar, quién además ha estado detenido desde 2006 junto con otros seis estudiantes por haber participado en un grupo de debate en línea sobre la democracia. El hermano de Omar, Mohammad Al-Abdallah, se preguntó en su blog si su hermano y otros estudiantes siguen vivos tras los motines en la prisión de Sednaya en julio de 2008.

Lamentando la "muy mala" situación para los activistas políticos y miembros de los medios en Siria, RSF pidió que el ministro de Relaciones Exteriores francés Bernard Kouchner presionara a Siria para que respetara los derechos humanos, incluyendo el derecho a la libre expresión y libertad de prensa, durante su visita el 11 y 12 de julio. No se hizo mención a los derechos humanos en los informes oficiales de la visita.

Cinco blogueros siguen detenidos en Siria y varias revistas, entre ellas: "Al-Shababik", "Al-Mal" y "Siria Today", fueron proscritas recientemente, informa RSF. Una ley de prensa draconiana de 2001, mientras tanto, permite que el primer ministro sirio decida quién puede y quién no puede trabajar como periodista en el país y permite que se encarcele a los periodistas por "atacar el prestigio o la dignidad del estado, la unidad nacional y la moral de las fuerzas armadas".

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