viernes, 24 de julio de 2009

RSF denuncia el 'retroceso' en la libertad de prensa con Mohamed VI en Marruecos

PARÍS.- La libertad de prensa en Marruecos ha experimentado "retrocesos" en los 10 años de reinado de Mohamed VI pese a los "progresos reales" que se produjeron en un primer momento, según ha denunciado la organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF) en un informe en el que hace balance en esta materia de la primera década en el trono del monarca alauí.

"Después de unos progresos reales al comienzo del reinado, se han multiplicado los retrocesos y crispaciones, sobre todo a partir de 2002", afirma RSF en un comunicado, en el que considera que en estos momentos "la prioridad sigue siendo la reforma de un código de prensa que es demasiado severo".

Según esta organización, en la última década la justicia marroquí ha dictado penas que suman los 25 años de cárcel contra periodistas y condenado a multas que ascienden a dos millones de euros a varios medios de comunicación.

Sin embargo, considera que "hay que aplaudir" el que actualmente no haya ningún periodista "encarcelado por 'delito de prensa', aunque también es cierto que sigue habiendo muchos detenidos 'de opinión'".

Para RSF, "es innegable que en estos últimos 10 años han mejorado las condiciones de trabajo de los periodistas marroquíes porque las 'líneas rojas', si bien siguen existiendo, han retrocedido gracias a la tenacidad de la prensa independiente y al deseo de flexibilización del propio Mohamed VI".

Así, pese a las posibles acciones judiciales, los periodistas pueden abordar "con cierta audacia" temas que antes "eran totalmente tabúes, como el rey y la monarquía, el Gobierno, el Islam, la sexualidad y el Sáhara Occidental".

Además, subraya que "desde 1999 la prensa marroquí ha vivido una auténtica explosión de cabeceras de prensa escrita, tanto en diarios como en semanarios", y desde 2006 también se ha producido un aumento del número de radios y canales de televisión, que "ofrecen al público un pluralismo desconocido hasta entonces en el reino".

Sin embargo, según la ONG, la segunda oleada de concesiones de licencias de radios y televisiones, en febrero de 2009, ha sido considerada "decepcionante por unanimidad" puesto que sólo van a conseguir autorización para emitir cuatro nuevas radios regionales y con vocación temática de entre 23 candidatas.

Por otra parte, RSF denuncia que "las trabas, arcaísmos y reacciones arbitrarias se mantienen" puesto que hay periodistas y fotógrafos que "padecen frecuentemente la brutalidad policial, y a los que se confisca el material".

En este sentido, recuerda el caso el pasado febrero del diario en lengua árabe 'Al Ayam' en cuyas oficinas irrumpieron 20 agentes porque tenía una foto de una mujer miembro de la familia real y había pedido permiso para publicarla.

Código de prensa

La organización lamenta que "el código de prensa marroquí sigue manteniendo penas de privación de libertad" si bien "las penas de cárcel por delitos de prensa se redujeron significativamente, un máximo de 5 años por atentar a la dignidad del rey, frente a los 20 años de antes, siguen manteniéndose en sus principios" tras la última reforma de 2002.

Además, subraya que se amplió en el artículo 41, "el más severo", la noción de "difamación" de la religión musulmana y la integridad territorial, y se dejó a los jueces el poder de prohibir o suspender los periódicos, algo que puede ser positivo, afirma, "pero que está muy lejos de ser suficiente en el marco marroquí, donde la justicia no es independiente".

Así pues, RSF considera que "se impone una reforma, en el sentido de una despenalización de los delitos de prensa" puesto que "el código de prensa, a la vez represivo y vago, sigue representando una amenaza".

En los últimos cuatro años, continúa la organización, la disminución de las condenas a penas de prisión incondicional ha tenido como contrapartida un aumento en el número de procesos abiertos oficialmente, o no, por el Palacio Real, a responsables de periódicos.

"Estas condenas a multas exorbitantes y desproporcionadas tienen el objetivo de asfixiar las publicaciones", denuncia.

Pero, añade RSF, "hay también otros problemas que subsisten" puesto que "el acceso a la información continúa siendo difícil y ni la Justicia, ni las fuerzas de seguridad, respetan la protección del secreto de las fuentes". Además, se siguen censurando algunas publicaciones extranjeras cuando no gusta su contenido, lamenta.

Así las cosas, RSF llega a la conclusión de que aunque Mohamed VI es "más liberal que su padre Hassan II", hace gestos contradictorios en cuanto a su auténtica voluntad de democratizar el régimen y al país" por lo que "una reforma profunda del código de prensa representaría un paso beneficioso".

Además, pide la derogación de los artículos que incluyen penas de privación de libertad, una mayor proporcionalidad en las condenas, sobre todo en las económicas y, más globalmente, una formulación más clara de las disposiciones más represivas, como el artículo 41 que deja un amplio margen a la arbitrariedad del poder judicial.

"Una justicia independiente, unos periodistas mejor formados, unas fuerzas de seguridad entrenadas en la cultura de Derechos Humanos y una Administración más transparente, deben responder a esos objetivos", concluye el comunicado, que ve "necesario que el Palacio considere la libertad de información como un pilar de la democratización y modernización de Marruecos, y no como una caja de Pandora que amenaza a la monarquía".

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