domingo, 26 de julio de 2009

Se retrasa 'sine die' el traslado del periodista Julián Lago a España

ASUNCIÓN.- Todo estaba listo para la venida de Julián Lago, en coma desde hace más de setenta días en el Centro Médico Bautista de Asunción, a uno de los hospitales más prestigiosos de la capital de España. Tras la avería provocada en una de las pantallas del avión el pasado lunes en el aeropuerto al conectar el equipo médico del Grupo Hospital de Madrid al Global Express Bombardier propiedad de Francisco Hernando, “el Pocero”, la familia de Julián Lago no ha recibido una solución alternativa, según 'Periodista Digital'.

El constructor y el médico, que habían llegado por fin tras una ardua negociación a un acuerdo para el traslado del periodista (viaje de ida y vuelta en el avión privado e ingreso en uno de los hospitales del Grupo Hospital de Madrid), no se definen a la hora de buscar una solución a esta situación que impide de nuevo la venida de Lago a Madrid.

Al conectar los facultativos del doctor José Eugenio Guerrero el complejo equipo médico de cuidados intensivos prestado por el doctor Juan Abarca al avión particular de Hernando, una interferencia bloqueó una de las pantallas de navegación en las pruebas preliminares que se hicieron antes de partir el pasado lunes 20 de julio.

De hecho, al tratarse de un modelo canadiense, Hernando ha tenido que pedir esa pieza a Canadá, pero todo apunta a que se hace inviable ya el que Lago regrese en ese modelo de avión.

¿Qué hacer ahora? La operación ha quedado “en suspenso”, según ha indicado a la familia de Lago el portavoz de “El Pocero”, Alfredo Urdaci. De momento, no ha habido ningún intento más de buscar una posible solución.

Abarca, que presta el equipo humano y técnico del Grupo Hospital de Madrid (Lago estaba tratando sus problemas de tensión cardiaca e insuficiencia renal por estos facultativos en la clínica Montepríncipe), y Hernando, que se habían responsabilizado de su traslado, de momento no se han definido y el lunes se cumplirán siete días de la fecha prevista, días que transcurren de manera fatal para el célebre periodista, ya que sigue corriendo un gran peligro en el Centro Médico Bautista, pues allí no tienen más medios para iniciar una rehabilitación que se presenta larga y compleja.

En cualquier caso, Julián Lago ya abre los ojos una vez al día durante varios minutos y sigue a los médicos con la mirada. Los doctores paraguayos tienen muchas esperanzas en que se recupere, pero piden en los informes que envían a España que se traslade urgentemente a un centro donde tengan los medios que puedan, por fin, hacerle despertar.

Evidentemente, la solución pasaría por buscar un avión alternativo medicalizado, compatible con los equipos que necesita Julián para no correr riesgo en su traslado, opción que Sanitas y su filial Europe Assistance han descartado tajantemente por “haber alcanzado ya el enfermo en el extranjero la cuota que cubre el seguro”, sin haber ofrecido ningún apoyo más.

Tampoco la embajada de España en Paraguay ha querido colaborar: de hecho ha negado su ayuda a su actual novia, Yolanda Franco, para sufragar cualquier tipo de gasto y la india guaraní, ya en serias dificultades económicas, está vendiendo y agotando las propiedades que Lago había comprado para construir la escuela y desarrollar su proyecto humanitario basado en la ganadería y la educación.

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