sábado, 26 de septiembre de 2009

Alberto Ravell, director general: 'Globovisión es el emblema de la libertad de expresión en Venezuela'

CARACAS.- El canal de televisión Globovisión es el gran emblema de la libertad de expresión en Venezuela, tal y como ha asegurado su director general. Sin embargo, su persistente oposición al Gobierno del presidente Hugo Chávez lo convierte en blanco de constante amenazas físicas y judiciales.

Para Alberto Federico Ravell, director general y socio de Globovisión, es perenne la expectativa de que limiten o corten su transmisión ante las constantes amenazas de Chávez de cerrarlo. La vía podría ser a través de alguna de las 60 acciones jurídicas que enfrenta. "Yo pienso que el presidente, en medio de una molestia grande, podría tomar la medida de cierre", ha asegurado Ravell en una entrevista.

Chávez, un militar retirado que impulsa una revolución socialista, recibió duras críticas en el 2007 cuando apagó la señal abierta del popular canal privado RCTV al no renovar su concesión; a la vez que erige un imperio de medios oficiales. "Nos puede mostrar a nosotros ante el mundo como un trofeo para decir 'mira, fíjate, en Venezuela se puede decir lo que se quiere'", ha comentado Ravell.

La emisora suele criticar ferozmente acciones y medidas tomadas por el Gobierno. "Y es verdad, puedes decir lo que tú quieras, pero a un alto riesgo: a riesgo de que te quiten la concesión, de que te abran un procedimiento, de que no te den publicidad, de que se metan con tus clientes, de que no te den posibilidad de crecer, de que no te den acceso a la información", ha agregado.

Algunos de los reporteros de Globovisión han sido agredidos cubriendo pautas oficialistas, igual que los de medios del Estado en ambientes de oposición. La Sociedad Interamericana de Prensa denunció la semana pasada en Caracas una ola de amenazas y legislaciones contra la libertad de expresión en el continente, liderada por el Gobierno de Chávez, que en recientes semanas cerró más de 30 radios por incumplir la ley y amenaza actuar contra otras 200.

Chávez asegura que busca transferir los medios de la oligarquía al pueblo, a través de señales comunitarias.

Desde su pequeño fortín, donde altas rejas metálicas bloquean la entrada de nuevas bombas incendiarias y lacrimógenas, Ravell ha afirmado que Chávez es su mejor publicista, que le aporta televidentes con sus constantes amenazas.

El mes pasado, Lina Ron, una radical "chavista", dirigió un ataque con bombas lacrimógenas contra Globovisión y el mismo Chávez pidió su encarcelamiento. La oposición se queja de que la líder es la única arrestada por la acción pese a que unas 50 personas participaron en ella.

Además, están en proceso unas 60 investigaciones contra la planta. Algunas por supuestas violaciones a leyes de telecomunicación y otras penales, incluso por informar de la magnitud de un seísmo con datos del Instituto Geológico de Estados Unidos y reclamar la demora de reportes oficiales.

La más reciente acusación es por un mensaje erróneo sobre un intento de golpe de Estado que se transmitió en un cintillo en pantalla y que, según Ravell, pudo haber sido colado por un "pirata" externo. "Los canales de noticias siempre son percibidos, por cualquier Gobierno, como canales de oposición. Procuramos ser lo más equilibrado posible, aunque no te niego que tenemos nuestro corazoncito y que nunca nos ha gustado el actual presidente", afirma el empresario.

Chávez lo acusa de ser el jefe de la oposición en el país, aunque su canal sólo se ve en dos de las principales ciudades, y a través de servicios de televisión por suscripción. A su vez, Ravell afirma que otros medios se cohíben ante las amenazas gubernamentales. "Nosotros no nos autocensuramos, pero sí notamos que nuestros periodistas están ahora más cuidadosos", ha dicho concluido Ravell.

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