El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Robert Rivard, dijo en un comunicado que esa organización se mantiene vigilante ante la "tensa y crítica situación que se vive en Honduras".
"Al margen de las ideologías políticas enfrentadas, reclamamos el pleno respeto a la labor periodística como garantía del derecho del público a la información", solicitó el directivo.
Con el regreso a Tegucigalpa del depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, se intensificó la crisis política que se desató tras su derrocamiento el pasado 28 de junio y hubo denuncias sobre el uso excesivo de la fuerza pública tras el toque de queda decretado por el Gobierno de facto de Roberto Micheletti, según la SIP.
Esa organización reclamó por las "limitaciones" a la libertad de prensa, como la interrupción periódica de energía eléctrica al Canal 36 que imposibilita la normal cobertura de esa televisión, de acuerdo con denuncias de su director, Esdras Amado López.
También Radio Globo, que opera en Tegucigalpa, denunció que su señal ha sido interrumpida desde que transmitió la llegada de Zelaya al país el lunes pasado.
"Ambos medios, críticos del Gobierno de Micheletti, sufrieron atentados el mes pasado", informó la SIP.
Añadió que "denuncias continuas de la SIP en los últimos meses contra periodistas y medios de comunicación con diferentes criterios editoriales sobre el conflicto político, muestran el clima de restricciones e inestabilidad en el que se debe desenvolver la prensa".
Rivard, del diario tejano San Antonio Express-News, urgió a "cesar los antagonismos innecesarios que se hacen alrededor de periodistas y medios de comunicación", en alusión directa a la calificación de "terrorismo mediático" que Micheletti hizo sobre el relato que Canal 36 y Radio Globo hicieron del retorno de Zelaya.
Por último, la SIP lamentó la "autocensura" que podría estar provocando el conflicto actual, poniendo de ejemplo la decisión de los directivos de Radio Progreso, en la ciudad de El Progreso, departamento de Yoro, que declararon que no transmiten los hechos actuales por temor a sufrir represalias de parte de las autoridades.
Zelaya fue detenido y expulsado del país por militares el pasado 28 de junio, y horas más tarde el Congreso nombró en su reemplazo a Micheletti, hasta entonces presidente del Legislativo.
El pasado lunes, el destituido mandatario regresó clandestinamente a Tegucigalpa y está refugiado en la embajada de Brasil.
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