Los periódicos, sobre todo, se han visto perjudicados por la disminución de las ventas de publicidad desde abril de 2006. Los editores se han aprovechado de los tipos de interés económicos en los años centrales de esta década pidiendo préstamos de miles de millones de dólares para comprar periódicos o empresas editoriales privadas, según explica el artículo "Presses stopped forever at 140+ papers in 2009" en el blog Reflections of a Newsosaur.
La esperanza es eterna entre los editores. Al reducir los costes, renegociar la deuda o buscar la protección por quiebra, los ejecutivos periodísticos han hecho un trabajo magistral para mantenerse a flote.
Si la reducción de costes y el optimismo desenfrenado fueran suficientes para salvar a los periódicos, sería magnífico. Si se necesita más que cortar los gastos y rezar para que la economía repunte (que parece ser la estrategia de la industria que prevalece) entonces, lamentablemente, los 142 cierres de este año no serán los últimos.
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