domingo, 31 de enero de 2010

Michael Schudson: 'Debemos hacer algunos cambios para mantener al público informado'

MADRID.-Michael Schudson (Milwaukee, Wisconsin, EEUU, 1946) es profesor de Periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York y ha estudiado desde hace décadas el papel de los medios en las sociedades democráticas, un asunto al que ha dedicado una decena de libros como autor o editor.

A finales del año pasado, publicó junto con Leonard Downie Jr., ex editor ejecutivo de The Washington Post, un interesante informe titulado La reconstrucción del periodismo americano en el que propone varias medidas para mejorar una prensa estadounidense en franco declive por la crisis económica y la revolución tecnológica.

Schudson explica en una entrevista telefónica con 'Abc' los principales fundamentos de sus recomendaciones, sugiere la creación de un fondo público para la financiación de las empresas informativas locales y señala el papel creciente de la filantropía y las organizaciones sin ánimo de lucro como nuevo soporte necesario de la información del futuro.

¿Cree que es posible volver a los viejos tiempos, cuando sólo los lectores pagaban por la información?

En lo que respecta a Estados Unidos, ha sido la la publicidad la que ha pagado mayoritariamente la información en los últimos 100 años, y más del 75% del presupuesto de los periódicos viene de los anuncios, no de los suscriptores. Así que los días en que sólo los sucriptores pagaban por la información han quedado muy lejos en la industria estadounidense. Y no creo que volvamos a verlos en un futuro cercano, porque el periodismo digital financiado por la publicidad es muy fuerte y no conozco publicaciones, salvo The Wall Street Journal, que hayan conseguido que los lectores paguen por las suscripciones.

Su informe sugiere que el mercado ya no es capaz de financiar el periodismo independiente y que la sociedad debe asumir la responsabilidad colectiva de financiarlo. ¿Cree que la sociedad está dispuesta a hacer algo así?

Ya veremos. Por supuesto, espero que sea así, pero el mercado puede seguir siendo una parte de la solución. Algunos periódicos estadounidenses siguen haciendo dinero, aunque muchísimos de ellos están recortando costes y reduciendo su capacidad para ofrecer noticias de calidad. Y hasta cierto punto, pueden hacer eso y seguir ofreciendo productos informativos útiles. Cuando pase la crisis, los periódicos se darán cuenta de que pueden seguir obteniendo beneficios a través del tradicional sistema publicitario, especialmente en las comunidades pequeñas y aisladas donde hay poca competencia en la red. Así que creo que el mercado seguirá teniendo un papel, pero también que la filantropía y las universidades darán un paso adelante.

La blogosfera y los nuevos medios no son competidores sino complementos simbióticos de los medios tradicionales, según su informe. ¿Por qué algunos medios tradicionales no acaban de creerlo?

Los periodistas de los grandes medios de comunicación vieron muy rápidamente a los blogueros como enemigos, porque aquéllos se preocupan mucho de ofrecer una información que no deje ver sus opiniones. Es la famosa ética estadounidense sobre la objetividad. Y vieron a los blogueros como elementos que polucionaban el aire periodístico con opiniones muy dirigidas y noticias muy personales en un sentido no habitual en el periodismo. Pero la situación evolucionó y cada vez se ve más en los periódicos a redactores citando a este o aquel bloguero que ofrece una información muy útil. No sé quién lee blogs, pero es evidente que periodistas de The New York Times y de The Wall Street Journal los leen. También los escriben, pero está claro que cada vez hacen un mayor uso de ellos. Creo que hay un cierto grado de interacción ahora que no existía en los primeros años de la blogosfera.

Ustedes recomiendan que las cadenas publicas sean reorientadas a ofrecer información local. ¿Por qué hacia la información local y no hacia la nacional o la internacional?

Hicimos esa recomendación porque las cadenas públicas en Estados Unidos están formadas por varios centenares de emisoras de radio y televisión locales que dependen mucho de las programaciones nacionales y se limitan a redifundir esta programación. La infraestructura está ahí, y a un coste relativamente reducido las estaciones podrían crear una red de información local, que es una de las más duras de sostener. En este caso todo está montado y sólo hay que contratar dos o tres reporteros para montar el negocio de una red de información local que también tendría una estructura nacional de calidad, así que sería de gran interés para las comunidades locales.

Ponen el acento en la información local e hiperlocal. ¿No supondría un riesgo para el pensamiento global o internacional de los ciudadanos, que pasarían a estar más preocupados de lo que sucede a la vuelta de la esquina que de lo que sucede en Haití ahora, por ejemplo?

Entiendo su punto vista, pero creo las noticias globales se han extendido más entre la audiencia estadounidense durante la era de Internet de lo que nunca antes se habían extendido. The Guardian y The Financial Times [medios británicos] tienen amplias audiencias estadounidenses ahora, así que no sólo disponemos de noticias internacionales, sino que las tenemos desde una perspectiva distinta a la de nuestro país, algo que habría sido muy difícil para la audiencia de aquí en el pasado. Además, las noticias de Washington están en cierto modo mucho más disponibles de lo que solían estar. Una organización innovadora como Politico.com ofrece gratuitamente en la red una cobertura de Washington, financiada por un producto impreso que sale tres veces a la semana. Es un modelo interesante y parece que podrán sobrevivir de este modo. Creo que hay un interés tan intenso en ciertas comunidades por las noticias nacionales e internacionales que algunas compañías privadas encontrarán la forma de financiar modelos que ofrezcan algo así.

Proponen también un fondo nacional para financiar la información local que sería aportado por la Comisión Federal de Comunicaciones. ¿Cómo se repartiría este dinero entre los medios?

Son detalles importantes en los que todavía no hemos entrado. Creemos que tendría sentido descentralizar la distribución de ese dinero y hay modelos para ello. Teníamos en mente el Fondo Nacional para las Humanidades, que tiene consejos estatales para distribuir los fondos federales. Pero no hemos decidido cómo exactamente estos consejos federales distribuirían el dinero entre los periódicos, las cadenas y los digitales, nuevas o viejas organizaciones, grandes o pequeñas… son preguntas difíciles que tendremos trabajar en el futuro. Es probablemente la propuesta más ambiciosa, que necesitará una reflexión mayor.

¿Cómo se ha llegado a esta situación de crisis: por un fallo en la credibilidad de los medios tradicionales, o sólo por Internet, por un cambio tecnológico?

Hay muchos factores implicados, pero creo que fundalmente por el cambio tecnológico y por la capacidad de algunas empresas de Internet para captar gran parte de la publicidad que financiaba los periódicos. Es el caso de los anuncios clasificados y personales, que se han ido a Craiglist y a eBay, del marketing de consumo directo, que se ha ido a Amazon y a cientos de miles de negocios grandes y pequeños que cuentan con su sitio web y venden productos a los consumidores directamente: aerolíneas, hoteles y otros. Estos negocios ya no tienen que gastar tanto como solían en publicidad en periódicos y televisiones. Es lo que realmente ha cambiado el juego y ha creado una situación en la que los medios convencionales deben encontrar nuevos medios para financiarse.

¿Cree que los modelos que ustedes proponen serían válidos en Europa?

Nuestras recomendaciones son muy peculiares, y muy centradas en Estados Unidos. La mayor propuesta que ponemos sobre la mesa es la financiación de la información local, porque mucha gente y muchos políticos son muy reacios a la financación pública de las noticias aquí. Pero la mayoría de los gobiernos europeos tienen mucha más tolerancia a la financiación pública de los medios. Muchos países de Europa tienen modelos de televisiones públicas, mucho más caros y extendidos que las cadenas públicas de aquí. Por otro lado, nosotros apostamos por la financión por parte de la filantropíá privada, que está mucho más extendida en Estados Unidos de lo que está en Europa, así que no sé si funcionaría allí. Sin embargo, algunos de los mismos problemas del mercado, o de las crecientes evidencias de los fracasos del mercado, comienzan a suceder en Europa y algo debería hacerse allí también .

¿Deberían los periódicos admitir ayudas directas del Gobierno, como las que se han dado a la banca o a la industria del motor?

Nuestra propuesta va dirigida a la financiación de la información local y espero que sólo una pequeña cantidad vaya a los grandes periódicos, pero es una propuesta muy radical en el contexto estadounidense. En Noruega, Suecia, Dinamarca y otros países de Europa hay subsidios directos a la prensa y creo que tiene cierto sentido proponer algo así, porque creo que funciona. La última vez que miré, Suecia seguía siendo una democracia, pero la gente está muy preocupada de que el Gobierno intervenga por miedo a que tome el control de los medios. Y no tiene por qué ser así, pues hay evidencias en Europa de que no tiene por qué ser así. Durante décadas ha habido subsidios directos a los periódicos europeos, y esos periódicos han seguido siendo libres para criticar al Gobierno. Los estadounidenses, o no se lo creen, o no creen que pueda hacerse aquí.

Hay un asunto que no aclaran en su informe: ¿Que cree que pasaría si no se siguieran sus recomendaciones?

Déjeme decir primero que no creo que nuestras recomendaciones deban ser más seguidas que otras soluciones propuestas. Lo que creo es que si no se hace nada y dejamos operar o fracasar sólo al mercado, sin apoyo filantrópico, sin escuelas de periodismo ofreciendo un modelo distinto, sin extender las cadenas publicas, etcétera, este país tendrá cada vez unos medios más débiles de los que tenía. La blogosfera puede ayudar, así como las pequeñas empresas informativas, y estamos enormente impresionados por lo que han conseguido hasta ahora, pero son pequeñas y precarias y sin un esfuerzo considerable, creo que las noticias que antes se solían cubrir dejarán de ser cubiertas. Nuestra preocupación particular se refiere a cómo las estructuras y las comunidades locales pueden ser más libres de lo que han sido en el pasado. Y creo que debemos hacer algunos cambios para mantener al publico informado.

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