martes, 27 de abril de 2010

Judith Torrea: 'No me vendo ni a las autoridades corruptas ni a los cárteles de la droga'


MADRID.- «Ciudad Juárez, en la sombra del narcotráfico» es el blog en el que la periodista Judith Torrea narra las historias más peliagudas que rodean la lucha contra el narcotráfico en Ciudad Juárez (México), donde ha cubierto la actualidad informativa desde hace 13 años. En esta entrevista, asegura que el blog, con el que lleva su «vómito de injusticia» a internet, le sirve para sentirse viva y para compartir la realidad diaria de la ciudad más peligrosa del mundo. Acaba de ser galardonada con un premio Ortega y Gasset. La entrevista 'Abc'.

¿Qué significa recibir este galardón?
Este premio significa para mí devolver la voz arrebatada de Ciudad Juárez. Este premio se lo dedico a los más de 5.500 personas asesinadas desde que comenzó la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente de México, Felipe Calderón, apoyado por el Ejército y las fuerzas federales. Este premio es para los 10.000 niños huérfanos por esta guerra, y huérfanos por las autoridades que si no hacen nada se convertirán en los sicarios del futuro. Para Ciudad Juárez, con sus muertas, muertos, y sus vivos. Lo gané por hacer mi chamba, mi trabajo, por contar las historias que hay que contar. Ni más ni menos, por eso se me hace extraño que me estén entrevistando. Soy periodista.

¿Cuándo creaste el blog y por qué?
El blog surgió de la necesidad de contar sin tener que esperar a un editor. Sin autocensura. Soy una periodista freelance que lucha cada día para intentar «vender» mis notas para televisión, radio, prensa, online desde la ciudad más peligrosa del mundo. El blog surgió de la necesidad de contar lo que mis colegas juarenses no pueden contar. Porque ellos sí que están en peligro. En «Ciudad Juárez, en la sombra del narcotráfico» no hay grandes investigaciones. Lo que hay son crónicas de la vida diaria de esta ciudad vista con mis ojos, que me ayudan a sentirme viva entre la muerte constante. Es mi vómito de injusticia.

¿Es complicado bloguear en una ciudad como Ciudad Juárez? ¿Has recibido alguna amenaza?
He descubierto el poder del blog. Lo hago porque mi pasión es el periodismo, porque si lo miras bien estoy arriesgando la vida en una de las zonas más peligrosas del mundo para los periodistas, y lo estoy haciendo gratis, aunque necesito alimentar todos los días los 182 centímetros que son Judith. He recibido advertencias, como todos los periodistas en Ciudad Juárez que no son corruptos o que simplemente tratan de llegar un poco más lejos que el conteo diario de los muertos. Y quizá, con el premio, comience a recibir más a partir de ahora, quizá me vean como un peligro, nunca se sabe. Espero equivocarme. Sólo sé que voy a continuar con mi blog, con mis libros en busca de editor, con mis colaboraciones. Yo no me vendo ni a las autoridades corruptas ni a los cárteles de la droga. La ética del periodismo está por encima de todo. Y ahí está mi deber de contar estas historias que no se cuentan.

¿Qué mensaje pretendes trasladar a quienes te siguen en tu blog?
No trato de lanzar ningún mensaje a los internautas. Soy periodista y cuento historias. Prefiero contar las historias que nadie cuenta y que deben de ser contadas.

Además del problema del narcotráfico, ¿qué otros contenidos se tocan en el blog?
Si lees mi blog, verás que es un viaje apasionante hacia Ciudad Juárez con sus luces y sus sombras, ahora más sombras que luces. Contado eso sí, con la perspectiva, fuentes y experiencia de una periodista española que lleva 13 años cubriendo esta realidad.

¿Cuál es el post que más te gusta?
No me hagas elegir una entrada de mi blog...es como un hijo para mí. Quizá voy a sugerirte el más duro, «Niños enterrando a niños»: la experiencia más dura que he vivido en estos años. No te hablo de cabezas decapitadas, ni de los gritos de los niños cuando ven cómo matan a sus padres, ni tampoco de los cadáveres de todos los días, con una media de 6 a 15 asesinatos. Te hablo de un entierro. Y fue hace poco, el 3 de febrero, en el entierro de los 8 estudiantes de las 15 personas asesinadas en la masacre de la colonia Villas de Salvárcar, de Ciudad Juárez... rodeada de niños de 13 a 17 años enterrando a sus compañeros asesinados y "acusados" por el presidente Calderón -sin realizar una investigación- de ser pandilleros y pertenecer al crimen organizado. Eran los mejores estudiantes y deportistas de esa colonia obrera. Una metáfora de la esperanza muerta en Ciudad Juárez.

No hay comentarios: