sábado, 29 de mayo de 2010

El Gobierno deja por primera vez vacía su silla en un clásico de la BBC

LONDRES.- 'Question Time' es el programa político más lustroso de la BBC. Y no sólo porque lleva 30 años en antena sino porque expone semanalmente a los políticos a la cólera de los ciudadanos. Lo presenta el veterano David Dimbleby y habitualmente cuenta con la participación de parlamentarios de los tres grandes partidos, dos comentaristas más o menos neutrales y uno de los miembros del Gobierno, recuerda 'El Mundo'.

Anteanoche, sin embargo, ningún ministro se sentó en la mesa de debate de 'Question Time'. Estuvo a punto de hacer David Laws -diputado liberal demócrata y segundo del Tesoro- pero Downing Street decidió boicotear el programa y dejar la silla vacía por primera vez en la historia del programa.

El motivo fue la inclusión de Alistair Campbell, asesor de comunicación de Tony Blair y Gordon Brown y bestia negra de los conservadores. Según Downing Street, no tenía sentido que Campbell representara en el programa al laborismo; sobre todo teniendo en cuenta que el partido tiene 258 diputados elegidos que al contrario que él sí han pasado por las urnas.

Por supuesto, la BBC se negó a retirar a Campbell del programa. Y no sólo porque no aceptara el argumento de los conservadores sino por defender su independencia de las presiones del Ejecutivo. "Nos negamos", explicó luego el director del programa, Gavin Allen, "y como resultado 'Question Time' se quedó sin ministros en una de las semanas más importantes del año, justo cuando se ha presentado el programa de Gobierno".

Lo cierto es que Campbell ni siquiera era el único invitado que se hallaba en las fronteras de la política. Lo acompañaba por ejemplo la liberal Susan Kramer, que ya no es diputada. Y también el presentador prolaborista Piers Morgan.

Sin embargo, ni uno ni otro tiene el perfil maquiavélico de Campbell, que movió los hilos de la política británica en el inicio y en el final del nuevo laborismo. Una influencia que muchos británicos consideran excesiva en una persona que nunca refrendó su mandato en las urnas y que ha precipitado ahora el boicot del Gobierno liberal conservador a la televisión pública.

El aludido se tomó la polémica a guasa y exhibió en programa una fotografía de David Laws diciendo: "Aquí esta. He traído al hombre que debería estar hoy aquí". Una forma de denunciar los hechos y de señalar al ausente, predestinado a ser uno de los ministros más impopulares del Gobierno de Cameron por su condición de responsable de los recortes del gasto público.

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