Recordemos que de aquí surgió con el nombre de “La Gaceta de Buenos Aires”; órgano de noticias para informar al pueblo de las novedades que surgían en aquellos momentos desde el interior y exterior, y que “debían mirarse con interés”, como rezaba en las líneas dirigidas por don Mariano Moreno y cuyo primer número nació el día 7 de junio de 1810, el mismo en que celebramos como “el Día del Periodista”.
Desde allí nuestro prócer dirigió las primeras narraciones del contexto sudamericano y local en el marco de factores que indicaban un divorcio concreto que se iba dando en 300 años de la dominación colonial. Igualmente, este medio daba por sentadas las discusiones oficiales de época, de la Primera Junta de Gobierno y de éstos con otros gobiernos; no olvidando que se determinaba la información de la economía también, como rezaba: “el Estado Real de Hacienda y medidas económicas para su mejora”.
Me sería largo de detallar a los grandes del periodismo, los que hicieron honor a la profesión; incluyendo a sus mártires, como los contemporáneos caídos en la última dictadura. Al poeta periodista Paco Urondo, al escritor periodista como Héctor Oesterheld u Aroldo Conti. Ni qué decir del compañero Rodolfo Walsh, que, tras imponer sus éticas en el periodismo, cayó combatiendo contra la dictadura sangrienta cívico-militar de Videla y Martínez de Hoz, después de lanzar una cumbre obra literaria como fue la “Carta a la Junta Militar”.
Hoy incluso podemos cualificar al periodismo desgraciadamente entre aquellos independientes y aquellos sometidos por monopolios mediáticos que persiguen los intereses de editoriales empresariales. Confiamos en la nueva y flamante Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, recientemente promulgada, la 26.522, en el propósito de pluralizar las voces que generen un cambio en este sentido; y que podamos decir con toda la alegría del mundo: ¡Feliz Día del Periodista!
(*) Diputado bonaerense del FpV-PJ
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