jueves, 24 de junio de 2010

La periodista Sara Carbonero informa del Mundial de Fútbol desde la ubicación determinada por la FIFA

MADRID.- Sara Carbonero es periodista y novia del portero de la selección española Iker Casillas. Sara es una chica guapa, en exceso, y esa belleza la ha colocado en medio de un huracán mediático como nunca antes conocido.

El mismo presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, criticó duramente a Telecinco sobre el papel que ha atribuido a la periodista Sara Carbonero. Urbaneja no tuvo reparos en entrar en el debate que hasta medios internacionales como 'The Times' ha llevado a sus páginas.

La periodista ha llegado a ocupar las portadas de los periódicos extranjeros, dando prioridad a su nombre por encima de los resultados del campeonato de fútbol. Su presencia ha hecho que se dude de la capacidad de su pareja Casillas para concentrarse en el partido mientras tiene a su novia a pocos metros.

El presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, había sido el último en cuestionar la actitud que estaba mostrando Telecinco hacia Sara Carbonero, a pie de campo en los partidos de selección en el Mundial de Sudáfrica, cuando medios extranjeros cuestionan que esta posición estaría influyendo en el portero de España, Iker Casillas, novio de la periodista.

Telecinco ha salido en defensa de Carbonero subrayando la "excelencia" de su trabajo. La cadena justifica que la comentarista está a pie de campo, " donde se producen mayores oportunidades informativas".

En principio se decidió que se dispusiera junto al banquillo, "pero la ubicación la decide la FIFA y ha creído conveniente que los periodistas acreditados de las cadenas que poseen los derechos se deben situar detrás de las porterías de sus respectivas selecciones nacionales", justifica.

Telecinco se pregunta "qué hubiera podido pasar si por un asunto que atañe a la vida personal de una mujer periodista, la cadena hubiera decidido apartarla del trabajo".

No dejan de sorprender estas críticas, más aún cuando parten precisamente de periodistas, y para constatar el alto grado de machismo de las opiniones que han expresado sólo habría que plantearse si, estos periodistas, dirían lo mismo si la deportista fuese una mujer y el periodista un hombre, o si, por ejemplo, considerarían lógico que se pidiera que no jugase Casillas porque su pareja tiene que cubrir el Mundial para un medio de comunicación, o si una mujer periodista que ha ejercido desde el inicio de su carrera el periodismo deportivo tiene que cambiar su rumbo profesional por el hecho de mantener una relación con un futbolista o, directamente, si Sara Carbonero tiene que pedir perdón por ser una mujer que tiene una exitosa carrera en un ámbito profesional copado hasta hace poco por hombres y al tiempo ser pareja de un deportista admirado y querido por muchos.

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