martes, 10 de mayo de 2011

Alemania refleja en fotos la brecha social que supuso la división de Europa

BERLÍN.- El Museo Alemán de la Historia inauguró hoy -con motivo del 50 aniversario de la construcción del muro de Berlín- una exposición fotográfica que recoge la brecha social y cultural que supuso la división en dos de Europa. Esta doble exposición, titulada "Über Leben", que en un juego de palabras habla tanto "Sobre la vida" como de "Sobre vivir", muestra cerca de 280 imágenes de los fotógrafos occidentales Thomas Hoepker y Daniel Biskup. En ellas, cada uno, a su manera, documenta el periodo entre la construcción del muro de Berlín y la caída del comunismo en Europa oriental. 

"El Telón de Acero no dividió sólo Berlín sino también la Alemania Oriental de la Occidental y simbolizó a nivel global el conflicto entre Este y Oeste", señala el museo, que presenta por primera vez una selección de fotografías prácticamente desconocidas de estos dos reporteros gráficos. La caída del muro el 9 de noviembre de 1989 no sólo supuso "el comienzo del fin de la división de Alemania", sino también "el anuncio del fin de la Unión Soviética y de su dominio en el Este de Europa". 

Según el presidente del museo, Dieter Vorsteher-Seiler, la intención no es recordar sólo los acontecimientos del 13 de agosto de 1961, sino más bien documentar a través de las fotografías de Hoepker y Biskup las consecuencias que tuvo la división de Berlín y el conflicto entre Este y Oeste en el ciudadano de a pie. 

Hoepker, nacido en 1936 en Múnich, vivió entre 1974 y 1976 en la Alemania comunista trabajando para el semanario "Stern", pero ya desde 1959 inmortalizó un día a día para él desconocido en la RDA, desde actos masivos como desfiles conmemorativos, hasta bodas y fiestas, pasando por vacaciones familiares. 

Según Carola Jüllig, comisaria de esta exposición junto a Yara-Colette Lemke de Faria, "Hoepker fotografía a las personas en la RDA de forma irónica y distanciada, aunque al mismo tiempo de manera compasiva" en un intento de captar lo que hay "más allá de la fachada". 

Destacan imágenes tan simbólicas como la de una fotografía de Erich Honecker, jefe del Estado y del partido de la RDA, abandonada en un vertedero, así como la de un busto de Vladímir Ilich Lenin, fundador de la Unión Soviética, testigo mudo detrás de una ventana de los cambios en la Alemania comunista. 

Asimismo pueden verse fotografías que evidencian la confrontación de la herencia comunista con los valores capitalistas, como la de una mujer en un supermercado delante de una vaca, publicidad de la marca de chocolates Milka, una de las instantáneas preferidas de Hoepker. "La señora no es capaz de procesar lo que ocurre con el que era su mundo y qué significa la vaca lila", explicó Jüllig. 

Hoepker hizo su particular inmersión en el mundo socialista al vivir en un típico edificio comunista en el distrito berlinés de Weissensee, "no muy cómodo, pero sí muy propio de la RDA", según explicó el reportero gráfico, uno de los primeros alemanes occidentales acreditados de forma permanente en Berlín oriental. 

Biskup, nacido en 1962 en Bonn, recorrió la Unión Soviética en agosto de 1991 y fue testigo de su desintegración, además de captar con su objetivo la crisis de los Balcanes, en imágenes protagonizadas por personas que luchan por sobrevivir en ciudades en la línea de fuego y en campos de refugiados. 

Según Jüllig, sus imágenes no sólo reflejan "la miseria en la que estaba obligada a vivir la gente" sino también "un atisbo de esperanza en la mirada de los niños, a quienes pertenece el futuro".

El propio Biskup subrayó su gran interés por inmortalizar los cambios históricos y la emoción que le producía "hacer fotografías en países de los que estaba claro que en pocos meses o en un año ya no iban a existir." 

Esta exposición, que abre mañana al público y podrá visitarse hasta el próximo 3 de octubre, fue inaugurada hoy por la canciller alemana, Angela Merkel, en un acto al que estaban invitadas unas 800 personas.

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