PARÍS.- Detrás del escándalo Strauss-Kahn hay otra víctima Kahn. Ésta no se llama Dominique, sino Jean François y no es una eminencia de la economía, pero sí del periodismo. JFK, veterano de las letras y fundador del semanario 'Marianne', ha abandonado la tecla tras unas polémicas declaraciones tras la detención del ex director del Fondo Monetario Internacional.
El lapsus se produjo durante una entrevista en la radio. JFK no estuvo muy afinado cuando el locutor le preguntó por el caso DSK. "Estoy casi seguro que no se trató de un acto violento de intento de agresión sino de un polvo a la asistenta", declaró ante el micrófono, desatando la ira de las asociaciones feministas y el malestar de Anne Sinclair, esposa de Kahn, ex periodista y amiga del propio Kahn.
Tras disculparse por activa y por pasiva en las páginas de 'Marianne', en su propio blog y en diferentes medios, el veterano periodista ha decidido colgar para siempre el traje de plumilla, tras 50 años al pie de la noticia. "Hay que admitir el derecho al disparate", se ha defendido en una entrevista al diario francés 'Libération'.
"Cuando abordamos el tema, al final de la emisión, busqué las palabras. (...) No encontré la formula. No me atreví a decir 'una mano en el culo' y dije 'echar un polvo a la asistenta'. No pretendía describir los hechos que se le imputan a DSK sino explicar lo que yo querría que hubiese sido", se ha disculpado el periodista.
Aunque reconoce que se trata de una "expresión inaceptable", afirma también que su frase fue sacada de contexto. "No pretendo justificarla porque es injustificable, pero sí enmarcarla en su contexto. Raramente he vivido un lapsus como éste, pero hay que asumirlo", ha asegurado.
Tras disculparse por activa y por pasiva en las páginas de 'Marianne', en su propio blog y en diferentes medios, el veterano periodista ha decidido colgar para siempre el traje de plumilla, tras 50 años al pie de la noticia. "Hay que admitir el derecho al disparate", se ha defendido en una entrevista al diario francés 'Libération'.
"Cuando abordamos el tema, al final de la emisión, busqué las palabras. (...) No encontré la formula. No me atreví a decir 'una mano en el culo' y dije 'echar un polvo a la asistenta'. No pretendía describir los hechos que se le imputan a DSK sino explicar lo que yo querría que hubiese sido", se ha disculpado el periodista.
Aunque reconoce que se trata de una "expresión inaceptable", afirma también que su frase fue sacada de contexto. "No pretendo justificarla porque es injustificable, pero sí enmarcarla en su contexto. Raramente he vivido un lapsus como éste, pero hay que asumirlo", ha asegurado.
Con su marcha, Francia pierde a una las figuras más destacadas de la prensa. El periodista ha trabajado para los diarios 'Le Monde' y 'L'Express' para después asumir la batuta de mando de 'Nouvelles Littéraires'. Además, ha pasado también por la pequeña pantalla ('L'heure de vérite') y ha colaborado con France Inter, entre otras emisoras.
En 1997 fundó el famoso semanario francés 'Marianne', cuya dirección ocupó hasta 2007 y donde hasta la fecha colaboraba como cronista.
El viernes pasado firmó su última crónica. "Un combate de 50 años tirado por la borda por dos palabras mal pronunciadas. ¿Eso es lo que queréis? Si os parece bien asumiré las consecuencias, porque yo no quiero estar en un mundo así", se ha lamentado el periodista a 'El Mundo', de Madrid.
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