jueves, 21 de julio de 2011

La Policía británica investiga el espionaje telefónico más entrometido

LONDRES.- Mientras Gran Bretaña sigue convulsionada por el escándalo de la interceptación ilegal de mensajes de voz, se ordenó el jueves a Scotland Yard investigar una técnica todavía más entrometida atribuida al tabloide del magnate Rupert Murdoch.
 
Un miembro de la junta que supervisa la fuerza policial de Londres le pidió que investigue denuncias de que el diario sensacionalista News of the World pagó a policías para localizar gente por medio del rastreo de las señales de sus teléfonos celulares, práctica conocida como "pinging" por la forma en que las señales rebotan ("ping", en inglés) de las torres repetidoras al intentar hallar recepción.
Jenny Jones, integrante de la policía y del Partido Verde, citó versiones de que los reporteros del tabloide ya cerrado eran capaces de rastrear los teléfonos móviles pagando a policías corruptos.
La afirmación fue formulada por el ya fallecido Sean Hoare, ex reportero de News of the World que habló con el New York Times sobre las estrategias del tabloide para recabar noticias. Hoare, que fue despedido en el 2005, dijo que los policías recibían 300 libras (casi 500 dólares) por rastreo. El periódico neoyorquino dijo que otro reportero del diario sensacionalista, a quien no nombró, corroboró la denuncia.
A Hoare lo hallaron sin vida el lunes en su casa cerca de Londres. La policía dijo que su muerte no era sospechosa.
Jones solicitó que Scotland Yard examine los registros de todos los casos en los que la policía apeló a los datos de rastreo telefónico "para asegurar que fueron solicitudes válidas".
En una entrevista con The Associated Press, Jones dijo que revisar los pedidos de rastreo de teléfonos celulares "es un modo relativamente sencillo de detectar policías corruptos", puesto que quedaría en claro quién y cuándo fue rastreado.
La nueva artimaña se suma a una serie de tretas atribuidas a los reporteros del tabloide de Murdoch durante años para conseguir primicias.
Lo que comenzó en 2005 como un escándalo por los esfuerzos de un reportero de espiar los mensajes de voz en los teléfonos de la realeza ha desembocado en una crisis que conmovió el imperio de Murdoch y provocó la renuncia de dos altos jefes de Scotland Yard.
Los políticos británicos también han sentido la conmoción y los líderes de los dos grandes partidos tratan de distanciarse de las publicaciones que antes solían cortejar.
Simultáneamente, se informó que el ex director de comunicaciones no había recibido el máximo nivel de seguridad, por lo que no se le hizo la investigación más estricta de antecedentes, señaló el jueves una versión en la prensa.
Andy Coulson, ex director del News of the World, tendría que haber sido investigado antes de trabajar para David Cameron después que éste asumió como primer ministro. Coulson renunció en enero cuando se plantearon más interrogantes sobre la publicación.
"La revelación provocará insinuaciones de que Cameron no tomó medidas adecuadas para investigar las denuncias de que Coulson estuvo involucrado en comportamiento ilegal en News of the World", dijo el informe del diario Guardian.
Una portavoz en el despacho de Cameron dijo que el nivel de investigación de antecedentes dependía de si alguien tenía acceso a material ultrasecreto, y se negó a especular por qué Coulson no recibió ese acceso.
"No comentamos sobre casos individuales", dijo, hablando a condición de anonimato de acuerdo con la política del gobierno.
A Cameron le preguntaron varias veces sobre la cuestión el miércoles en la Cámara de los Comunes.
"(Coulson) fue investigado. Tenía un nivel básico de averiguación de antecedentes", dijo el primer ministro. "No tenía acceso a los documentos más secretos del gobierno".
Cuando le insistieron con la pregunta, Cameron respondió: "Creo que un número de miembros honorables están buscando algún tipo de secreto detrás de una cortina que sencillamente no existe".

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