DAMASCO.- Los manifestantes sirios, que rechazan una intervención militar extranjera y denuncian el "silencio" del resto del mundo ante la represión, pidieron este viernes el ingreso al país de "observadores permanentes" de medios de comunicación internacionales.
En momentos en que la prensa de otros países tiene prohibido cubrir libremente lo que está ocurriendo en Siria, los manifestantes, que se oponen a una intervención comparable a la de la OTAN en Libia, solicitaban este viernes una "protección internacional" contra la represión por parte del régimen del presidente Bashar al Asad.
"¡Queremos protección internacional!", gritaban manifestantes en Hama (centro), según un video colgada el viernes en YouTube, mostrando carteles que decían "Bashar, game over" (Bashar, se acabó el partido) o "el pueblo quiere ejecutar al presidente y su banda".
"¡Viva Siria libre!", coreaban los opositores en Homs (centro), también según un video colgado en YouTube. "El ejército sirio es un traidor", gritaban, refiriéndose a la participación de las fuerzas armadas en la represión.
El jueves, los opositores habían llamado a manifestarse en el marco de un "viernes de la protección internacional".
"Los sirios piden a la ONU que adopte una resolución creando una misión de observadores permanentes en Siria", escribieron en la página Facebook "The Syrian Revolution 2011".
"Reclamamos el ingreso de observadores internacionales y de medios de información internacionales", indicaron.
En el plano diplomático, Rusia recibió este viernes a opositores sirios, que le pidieron un papel "más activo y más positivo" en la crisis, después de que el presidente ruso Dimitri Medvedev denunciara la presencia de "terroristas" en la oposición.
El jueves por la noche, Medvedev también estimó que hay que transmitir un "mensaje serio" a Siria, pero no sólo al régimen, sino también a la oposición.
Aliada de Siria, a la que suministra armamento, Rusia bloquea desde hace meses una condena al régimen de Asad en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Por su parte, el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, anunció que su país está dispuesto a albergar una reunión de países islámicos para ayudar a Siria, su principal aliado en la región, a resolver sus "problemas", "fuera de toda injerencia extranjera".
"El pueblo y el gobierno de Siria son musulmanes y las naciones islámicas deben" ayudar a impulsar "las reformas" en ese país, estimó.
Por último, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó severamente al régimen. "Quien basa su poder en (el derramamiento de) la sangre, terminará yéndose en medio de la sangre", declaró al canal de información Al Jazeera.
Más de 2.200 personas, en su mayoría civiles, han muerto en Siria como consecuencia de la represión de la movilización contra el régimen que se inició a mediados de marzo, según la ONU.
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