miércoles, 5 de octubre de 2011

EEUU insiste en que sus militares no son culpables

MADRID.- EEUU ha insistido en que los militares norteamericanos procesados en España por la muerte del cámara José Couso el 8 de abril de 2003 en Bagdad "no son culpables" de su fallecimiento ya que sólo cumplían órdenes.

   El portavoz de la Embajada estadounidense en España, Jeffrey Galvin, ha señalado que el Gobierno norteamericano "siempre se tomó este asunto con seriedad" y llevó a cabo una investigación sobre los hechos cuyo resultado compartió con el Ejecutivo español.
   Esa investigación, ha recordado, concluyó que los militares que se encontraban en el tanque que disparó contra el Hotel Palestina "actuaron según las órdenes que tenían y de acuerdo con la situación en la que se encontraban".
   El Gobierno de EEUU, ha añadido, "lamenta" la muerte de Couso y está dispuesto a seguir colaborando con España en este caso según los acuerdos de cooperación judicial vigentes entre ambos países.
   Galvin reaccionaba así al nuevo auto del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, por el que se procesa por tercera vez a tres militares norteamericanos --el teniente coronel Philip de Camp, el capitán Philip Wolford y el sargento Thomas Gibson-- por un delito contra la comunidad internacional, en concurso con un delito de homicidio, por la muerte de Couso.
   Pedraz llega a la conclusión de que el cámara murió como consecuencia de un plan norteamericano orquestado para evitar que los medios de comunicación informaran sobre la operación norteamericana desplegada en la capital iraquí. "Una de las misiones de la División a la que pertenecían los procesados era evitar que los medios de comunicación informaran sobre las operaciones militares en curso", dice el juez.
   El portavoz de la legación no ha querido entrar a valorar las apreciaciones que Pedraz hace en el auto, donde afirma que el tanque en el que se encontraban los tres militares y que realizó el disparo contra el Hotel Palestina que acabó con la vida de Couso "contaba con dispositivos de visión con los que se podía apreciarse con total claridad a las personas que se encontraban en las ventanas y balcones y los objetos que portaban".
   En julio de 2010 Pedraz reabrió por segunda vez la causa por orden del Tribunal Supremo y ordenó la busca y captura de De Camp, Wolford y Gibson. Según el magistrado, De Camp fue la persona que "dio la orden directa de disparar" contra el hotel Palestina a pesar de que sabía que se encontraba en una zona civil y era ocupado por periodistas. 
Wolford, por su parte, transmitió la orden y Gibson fue "quien materialmente efectuó el disparo" que mató a Couso y otro reportero y provocó heridas graves a otros tres periodistas.

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