miércoles, 19 de octubre de 2011

El exministro británico Fox acusa a la prensa de tenerle un "rencor personal"

LONDRES.- El exministro de Defensa británico Liam Fox ha pedido disculpas nuevamente este miércoles ante la Cámara de los Comunes por su "error" de permitir que un amigo personal asistiera a reuniones y viajes oficiales y ha criticado duramente a la prensa por la cobertura que ha hecho de su caso y por "intimidar" a sus familiares y amigos.

   En una declaración ante la Cámara Baja, Fox ha reconocido que le hubiera gustado haber "escuchado las preocupaciones" manifestadas por las personas que le rodeaban con respecto al papel de su amigo Adam Werritty y ha dicho aceptar las "conclusiones" del informe sobre la investigación llevada a cabo por el Gobierno.
   En este sentido, ha destacado que le alegra que el documento presentado ayer dejara claro que él no obtuvo ningún "beneficio económico" por la presencia de su amigo en reuniones oficiales y de que no se violó la "seguridad nacional, ni se pusieron a disposición documentos clasificados o se informó de documentos clasificados", como se le había venido acusando.
   Fox se ha disculpado por haber infringido el código ministerial, como denunció el informe gubernamental, y ha asumido su plena responsabilidad por todo lo sucedido, para a continuación arremeter duramente contra la prensa, a la que ha acusado de "acosar e intimidad" a sus familiares y amigos.
   En opinión del exministro, algunos medios mostraron "un rencor personal, incluso odio, que nos debería preocupar a todos nosotros". 
"Pero al igual que estos acontecimientos pueden traer lo peor de la naturaleza humana, también traen lo mejor", ha subrayado Fox, que ha asegurado haber recibido numerosos mensajes de apoyo de ciudadanos.
   El informe del Gobierno británico elaborado por el secretario de gabinete, Gus O'Donnell, determina que Fox incumplió los estándares de comportamiento propios de un miembro del Ejecutivo y arriesgó su seguridad y la de su equipo al incluir en sus viajes oficiales a su amigo Adam Werritty, que llegó a ejercer como asesor no oficial dentro de su departamento.
   O'Donnell considera que la separación entre las responsabilidades privadas y oficiales de Fox quedó "difuminada" por su trato de favor hacia Werritty, que la semana pasada terminó costándole el puesto. "Las acciones de Fox constituyen claramente un incumplimiento del código ministerial que él ya conocía. Fue un error de juicio por su parte", asegura el informe.
   O'Donnell ha concluido que no existen pruebas de que Fox obtuviese un beneficio económico, pero en su texto de diez páginas sí critica hechos como que revelase a Werritty detalles de futuros viajes por los riesgos para la seguridad que ello supone o que su amigo terminase dando la "impresión general" de que hablaba en nombre del Gobierno --llegó a contar con tarjetas de visita que le identificaban como miembro del Ministerio--.

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