MADRID.- Dentro del Congreso Católicos y Vida Pública que se está celebrando este fin de semana a convocatoria de la Acción Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, en torno al tema Libertad religiosa y nueva evangelización, estaba prevista una mesa redonda sobre "Cultura y comunicación de la libertad".
Participaron en ella María Alcalá-Santaella Oria de Rueda, directora del Departamento de Periodismo de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación en la Universidad CEU San Pablo, Francesco Ognibene, periodista del diario italiano L´Avvenire, propiedad de la conferencia episcopal transalpina, Denis Sureau, editor y presidente del periódico francés L´Homme Nouveau, y la periodista de L´Osservatore Romano Marta Lago.
Estando en el ambiente la polémica creada por la campaña publicitaria de la marca Benetton, en la que (entre otros personajes famosos) aparecía el Papa besándose en la boca con un imán mahometano, Lago abordó el tema y desde la perspectiva que le ofrece estar en la redacción del diario oficioso de la Santa Sede afirmó que esa campaña tenía dos objetivos a situar bajo la irrisión mundial: Estados Unidos y el Vaticano.
Este último objetivo, especialmente injusto por comparación con la forma en que el mismo Papa hace llegar su mensaje, sin necesidad de recurrir a ese tipo de artimañas: Benedicto XVI, dijo, “es el claro ejemplo de comunicación lograda” y esto lo consigue porque “sabe dar a conocer algo, involucra y entra en comunicación con los interlocutores”. Además “propone, no impone y convence porque él mismo está convencido de aquello que comunica”.
Participaron en ella María Alcalá-Santaella Oria de Rueda, directora del Departamento de Periodismo de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación en la Universidad CEU San Pablo, Francesco Ognibene, periodista del diario italiano L´Avvenire, propiedad de la conferencia episcopal transalpina, Denis Sureau, editor y presidente del periódico francés L´Homme Nouveau, y la periodista de L´Osservatore Romano Marta Lago.
Estando en el ambiente la polémica creada por la campaña publicitaria de la marca Benetton, en la que (entre otros personajes famosos) aparecía el Papa besándose en la boca con un imán mahometano, Lago abordó el tema y desde la perspectiva que le ofrece estar en la redacción del diario oficioso de la Santa Sede afirmó que esa campaña tenía dos objetivos a situar bajo la irrisión mundial: Estados Unidos y el Vaticano.
Este último objetivo, especialmente injusto por comparación con la forma en que el mismo Papa hace llegar su mensaje, sin necesidad de recurrir a ese tipo de artimañas: Benedicto XVI, dijo, “es el claro ejemplo de comunicación lograda” y esto lo consigue porque “sabe dar a conocer algo, involucra y entra en comunicación con los interlocutores”. Además “propone, no impone y convence porque él mismo está convencido de aquello que comunica”.
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