CÁDIZ.- Editores y periodistas se enfrentan a la tesitura de cómo superar una
crisis que se ceba especialmente con la profesión y que parece condenar
al ostracismo, si no a la desaparición, al formato periodístico como se
conoce hasta ahora. La era digital, a la que hace más de una década el
sector no le vio futuro, ha cambiado la forma de entender y consumir el
periodismo. Tabletas, móviles y redes sociales se han
convertido en una fuente de oferta y demanda de información continúa, en
la que la prensa ha tenido que subir ya con el tren en marcha.
Lejos de lamentos y huyendo del catastrofismo, responsables de los cuatros principales grupos de editores del país
han planteado en Cádiz sus propias fórmulas para mantener con vida una
profesión cuya muerte "se ha decretado varios veces", como ha asegurado
el director adjunto de 'El Mundo', Ignacio Gil y recoge su periódico.
Gil ha mostrado la visión mas positiva de una situación de la que hay
que salir, de una crisis de la que "saldremos reinventándonos". Con tal
objetivo, 'El Mundo' creó el 8 de marzo de 2010 Orbyt, que se ha convertido en el primer quiosco digital multisoporte, por fecha de creación y por resultados. Una iniciativa que nació "de la redacción, preocupados por llegar a los lectores".
Los números avalan el proyecto, que se ha visto fortalecido, en
opinión de Gil, por la inclusión en la sociedad de las tabletas. Ahora,
un proyecto que había nacido para PC o Mac, ha encontrado en las
tabletas y los teléfonos móviles su principal vía de expansión. Han sido
estos dispositivos los que "han abierto la vía y han acostumbrado a la
gente a pagar por contenidos que, en ocasiones, pueden obtener gratis".
Prueba de ello son las descargas de aplicaciones musicales, de lectura o
de información, por las que los usuarios pagan. Es sin duda una
revolución tecnológica, en la que "el sofá es el reino de las tabletas".
Un momento en el que el acceso digital no se limita ya al trabajo, sino
que está estrechamente relacionado con el ocio.
Gil confía en que la tecnología que "tanto nos preocupa" dará la
vuelta a la situación y serán "los propios creadores tecnológicos los
que nos lo pondrán fácil tarde o temprano, porque les interesa lo que
tenemos, que es contenido".
En este sentido, el director adjunto de 'El Mundo' apuesta por reinventar la oferta periodística. Los periódicos en papel deben ofrecer más que noticias,
deben dar "opinión, crónicas, reportajes y entrevistas", información
que la inmediatez de internet no facilita. En definitiva, trabajar en la
"evolución de nuestros periódicos hacia géneros enriquecidos".
El contenido como principal arma para mantener la profesión, pero sin
olvidar la necesidad de abrir un debate "para encontrar una forma de
retribución" que "debemos resolver en el plazo de un año, aunque no sea
el mejor momento", según Gil.
El resto de los ponentes que han participado en la mesa redonda sobre
‘Experiencias de diarios españoles con el modelo de negocio digital’ ha
coincidido en la necesidad de encontrar vías de financiación para
mantener la calidad de la oferta.
El sector debe adaptarse al cambio generacional que sufre la
sociedad, en la que los jóvenes ya no acuden al quiosco a comprar un
periódico, porque lo tienen todo en su teléfono. Pero atender, además, a
la demanda porque, como ha matizado José Luis Rodríguez, de 'La
Vanguardia', "la industria está escandalosamente poco orientada al
consumidor".
Los datos revelan el crecimiento continuado de usuarios digitales que descargan 1,4 millones de aplicaciones al día, de las que un 56% corresponde a contenidos de noticias.
Juan Luis Moreno, del Grupo Vocento, está convencido de que la gente
"está dispuesta a pagar", pero por contenidos de calidad que "se
parezcan al papel, pero enriquecidos". La era digital abre así la puerta
a contenidos multimedia que acompañan a la información, así como la
posibilidad de participación de los propios consumidores.
Eso sí, "no siempre el pago del usuario garantiza la rentabilidad",
en opinión de Rodríguez, de 'La Vanguardia', al que la experiencia le
ha demostrado que en muchos casos un producto de calidad gratuito en la
red “es más rentable gracias al patrocinio y la publicidad".
Los medios de comunicación se debaten en la tesitura de saber cuál es
la mejor opción, según reflexionó Rosalía Lloret, del Grupo Prisa,
editora de 'El País'. En su opinión, ahora mismo hay dos extremos, el
gratis total y el pago total en internet, y el reto es encontrar un
camino intermedio que resuelva los problemas actuales.
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