PANAMÁ.- El director del diario digital salvadoreño El Faro, Carlos Dada, descartó este viernes el exilio y afirmó que responderá “con más periodismo de calidad” a las amenazas por revelar negociaciones entre gobierno y pandillas de su país.
“No pienso en el exilio ni estamos en esa situación, y a esas situaciones uno tiene la obligación de responder con más periodismo y periodismo de calidad eso es lo que pretendemos”, dijo Dada durante un seminario en Panamá.
El director de la publicación digital aclaró que vino a Panamá el miércoles para participar en un foro este jueves y viernes sobre libertad de expresión, organizado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
“No me estoy exiliando, aún hay mucho trabajo que hacer en El Faro y en El Salvador”, manifestó Dada al salir al paso de la versión de la organización Reporteros Sin Fronteras que lo mandó al exilio.
Explicó que un corresponsal de Reporteros Sin Fronteras (RSF) le llamó en la semana para pedirle una entrevista el miércoles, “pero le dije que el miércoles no podía porque iba a salir del país, porque iba a venir a esta reunión”
“Supongo que él comunicó esto y alguien lo entendió de otra manera. No sé qué pasó en Reporteros Sin Fronteras que terminó en este lamentable comunicado que decía que yo me había ido a un precipitado exilio, lo cual es evidentemente falso”, explicó.
De todos modos admitió que atraviesa una “situación extraordinaria en términos de seguridad”, debido a amenazas contra El Faro, agudizadas luego de revelar negociaciones entre el gobierno y las pandillas salvadoreñas para recudir los niveles de criminalidad.
Indicó que la seguridad en El Salvador está en riesgo porque “hay un retroceso en términos de libertad de expresión, de libertad de prensa y de un proceso democrático”.
Advirtió una “extraña combinación entre algunas personas en las instituciones de seguridad pública, nuevas personas en instituciones de inteligencia y una negociación del gobierno con pandilleros en las cuales las pandillas han emitido un comunicado público en el que lanzan algunas amenazas contra El Faro y contra mí”.
Señaló que previo al anuncio del pacto de no agresión entre pandillas de marzo pasado “desde hace unos dos o tres meses estuvimos siendo acosados por algunas personas, algunas de ellas gente vinculada con los organismos de inteligencia del Estado”.
“Nos estaban siguiendo, nos estaban tomando fotos, nos estaban interviniendo los teléfonos, nos estaban lanzando mensajes extraños”, contó.
Además reveló que posterior a las revelaciones “hubo advertencias directamente del ministro de Seguridad en el sentido de que el trabajo que estábamos haciendo era muy peligroso y de que algunas organizaciones criminales pudieran estar pensando en hacernos daño”.
“En el comunicado de 10 puntos para anunciarle a la nación su pacto, (las pandillas) dedican dos a recordar que El Faro hace un periodismo muy malo y que yo, Carlos Dada, soy un periodista de muy baja moral o algo así; y me recuerdan que son gente que se dedican a jugar con la vida”, acotó.
“Del gobierno descalifican nuestro trabajo, hacen reuniones con medio mundo anunciado que estamos en peligro y a los últimos que nos dicen es a nosotros”, abundó el comunicador, que recibió muestras de apoyo de los participantes del foro en Panamá.
Dada dijo: “no estoy pidiendo simpatías o apoyos pero nuestra situación esta patentando una amenaza a la libertad de prensa y de expresión y en este sentido en una reunión donde el tema es este he recibido manifestaciones de preocupación sobre la situación de El Faro”.
Manifestó que las amenazas a la libertad de prensa en El Salvador “no pasaban desde que se firmó la paz en 1992”.
“El Salvador tiene muchos problemas, pero desde 1992 en todos los informes de libertad de expresión El Salvador aparece en los primeros lugares, los problemas que hemos tenido son de otras naturaleza, de corporativismo, de censuras, no de amenazas”, dijo.
Acotó que los responsables de ese retroceso no son todo el gobierno sino solo los funcionarios relacionados con el aparato de seguridad.
“No he escuchado hasta hoy manifestaciones del presidente (Mauricio Funes) saliendo a garantizar la libertad de expresión y de hablar de lo importante que es el ejercicio del periodismo pese a que él mismo es un periodista; no lo he escuchado decir eso”, criticó.
Advirtió que la actual situación salvadoreña de violencia es consecuencia de la falta de reestructuración social y económica una vez finalizada la guerra en 1992.
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