viernes, 20 de abril de 2012

Grupos defensores de la libertad de prensa acusan a Bahréin de usar la Fórmula Uno como propaganda

DUBAI.- Varias organizaciones defensoras de la libertad de prensa han acusado a las autoridades de Bahréin de utilizar el Gran Premio de Fórmula Uno de Bahréin como propaganda para mejorar su imagen a nivel internacional y han afirmado que el Gobierno quiere impedir que se informe sobre las protestas en su contra.

   Este jueves, la Policía empleó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para dispersar a cientos de personas que trataron de concentrarse en Manama.
   Aunque carios periodistas que van a cubrir el evento se encuentran ya en Bahréin, un reportero de Associated Press que vive en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) y que es uno de los dos trabajadores de la agencia estadounidense acreditados para informar del Gran Premio ha dicho que esta semana le impidieron la entrada en el aeropuerto de Manama.
   En periodista del diario británico 'The Financial Times' ha afirmado que el jueves estuvo varias horas en el aeropuerto tratando en vano de conseguir que le permitiesen la entrada y finalmente reservó un vuelo de regreso.
   Además, aún hay varios periodistas a la espera de recibir el visado, entre ellos varios de las agencias Reuters, AP, y AFP. El jefe de Deportes de AP, Lou Ferrara, ha declarado: "Cubrimos eventos deportivos en todo el mundo, en todo tipo de circunstancias, y no vemos ningún motivo para que se impida que informen en Bahréin". A su juicio, "el Gobierno no debería decir cómo se debe informar o prohibir que se informe".
   En febrero, el Gobierno introdujo restricciones temporales en la concesión de visados a ciudadanos de países occidentales, limitó a cinco días la vigencia de los visados para organizaciones internacionales de Derechos Humanos y retrasó a julio la visita del relator especial de la ONU sobre la tortura.
   Este viernes se ha realizado la primera sesión de entrenamientos libres en medio de fuertes medidas de seguridad. Los periodistas que llegan al circuito de Sajir tienen que pasar por controles similares a los de los aeropuertos, y hay decenas de vehículos policiales aparcados a lo largo de los 32 kilómetros que separan Manama del circuito, y en las carreteras que unen la capital con el resto del país.
   El subdirector del Comité para la Protección de los Periodistas, Robert Mahoney, ha denunciado que "Bahréin quiere atraer la atención internacional celebrando el Gran Premio pero no quiere que los periodistas se alejen del circuito y vayan a lugares donde podrían presenciar protestas políticas".
   "Bahréin le dice al mundo exterior que no tiene nada que ocultar. Si es cierto, entonces debe entregar visados de entrada a los periodistas y permitir que informen libremente", ha añadido.
   Reporteros Sin Fronteras también ha criticado la gestión del Gran Premio, que el año pasado fue cancelado a causa de las manifestaciones. Por ello ha anunciado que va a "lanzar una campaña y presentar una petición para condenar la atroz política represiva que ha aplicado el Gobierno del rey Hamad bin Isa al Jalifa desde el comienzo de la Primavera Árabe y su enfoque propagandístico sobre el Gran Premio de Fórmula Uno".
   Este fin de semana están en juego grandes cantidades de dinero. El año pasado, Bahréin pagó 40 millones de dólares para celebrar el evento pese a que finalmente fue cancelado. Durante el Gran Premio de hace dos años, el país recibió unos 100.000 visitantes que se gastaron unos 500 millones de dólares durante su estancia.
   Un grupo de parlamentarios británicos advirtieron este jueves a los patrocinadores de la Fórmula ONU de que su imagen podría verse dañada si apoyaban el Gran Premio y señalaron que la carrera debería haber sido cancelada.
   La situación de inestabilidad comenzó hace más de un año, con el surgimiento de un movimiento en favor de la democracia enmarcado en la Primavera Árabe e impulsado por chiíes, que son mayoría en Bahréin, un país gobernado por suníes.
   Las primeras protestas fueron reprimidas por las autoridades y murieron más de 30 personas, incluidos policías y militares, pero actualmente se siguen produciendo enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes y estos últimos han dicho que van a perturbar el desarrollo de la carrera del domingo porque lo convertirán en un "día de ira".
   El número total de muertos por la represión y los enfrentamientos en las protestas se ha elevado a unos 70, según activistas. Durante la última semana han sido arrestadas unas 95 personas por organizar protestas y 54 han resultado heridas en enfrentamientos, según activistas y médicos.
   El jefe de Seguridad Pública de Bahréin, el general Tariq al Hassan, ha informado de la detención de varios "alborotadores y vándalos" que participaron en protestas no autorizadas, bloquearon carreteras y agredieron a otras personas con cócteles molotov, piedras y barras de metal. Las manifestaciones se han intensificado durante la semana previa al comienzo del evento.

No hay comentarios: