COPENHAGUE.- Thóra Arnórsdóttir, popular periodista y principal
contrincante del presidente islandés, Ólafur Ragnar Grímsson, en las
próximas elecciones del sábado representa el ascenso de las mujeres y el
cambio generacional en ese país escandinavo.
En
caso de su victoria -algo que los últimos sondeos dan como poco
probable-, sería la segunda mujer en acceder a la jefatura de Estado de
Islandia desde su independencia de Dinamarca en 1944 y la persona más
joven en asumir el cargo.
A sus 37 años, podría
convertirse en la sucesora de Vigdís Finnbogadóttir, quien en 1980 fue
la primera mujer presidenta elegida democráticamente en el mundo, y
asentar así el dominio de las islandesas en los principales cargos
políticos del país.
Islandia cuenta desde 2009 con
una mujer como primera ministra, Jóhanna Sigurdardóttir, y otra como
presidenta del Parlamento, Ásta Ragnheiður Jóhannesdóttir, ambas
socialdemócratas.
Casi el 43 % de los diputados
del Althingi (Parlamento islandés) son mujeres, y estas son además
mayoría en el Gobierno, un reflejo del creciente poder femenino en
Islandia, en contraposición a la cultura masculina asociada en parte a
la crisis que colocó al país al borde de la bancarrota en octubre de
2008.
En las elecciones a obispo en la Iglesia
Nacional Luterana de hace dos meses, Agnes Sigurdardóttir dobló en votos
a su rival, un hombre, y se convirtió en la primera mujer en ocupar el
puesto.
Thóra Arnórsdóttir representa también, en varios sentidos, un cambio generacional frente a un presidente casi septuagenario.
Si
gana, su compañero, el también periodista Svavar Halldórsson -que tiene
otros tres hijos de una anterior relación-, será el que tome un permiso
de paternidad para cuidar a los tres hijos de la pareja, uno de ellos
nacido hace un mes.
Antigua guía turística, la
aspirante a presidenta ha cursado también estudios de idiomas,
filosofía, economía y política internacional, pero su popularidad se
debe a su trabajo como presentadora de televisión en la cadena estatal
RÚV, que le ha valido ser elegida dos veces personalidad televisiva del
año.
Fue precisamente trabajando para la RÚV como
conoció a Svavar Halldórsson, un periodista apreciado por su trabajo de
investigación sobre la crisis, que no obstante le ha acarreado alguna
demanda judicial de varios poderosos banqueros y empresarios.
Además
de popular, Thóra Arnórsdóttir no tiene ninguna vinculación evidente
con los responsables de la crisis, un punto a su favor, como el de
contar con los responsables de la campaña que llevaron hace dos años al
"Mejor Partido" del humorista Jón Gnarr a la alcaldía de Reikiavik.
Siguiendo
el modelo de entonces, ha evitado las polémicas con Ólafur Ragnar
Grímsson, quien abrió la campaña acusándola de inexperta y de ser una
marioneta de la primera ministra.
Pero la táctica
de enviar únicamente mensajes positivos y no meterse en el fango no
parece haberla beneficiado de todo, ya que en unas semanas ha pasado de
ser la principal favorita a verse claramente superada en los sondeos,
que ponen muy cuesta arriba su empresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario