lunes, 18 de junio de 2012

La ranita y los celos de El Mundo y ABC / Marcello

La ranita Soraya se lo está pasando bomba leyendo por las noches y en la cama con los rulos puestos los informes del CNI, como si fueran novelas de Le Carré, y por el día metida en intrigas y salsas. Incluso llamando a los consejeros del Poder Judicial o a sus representantes políticos para salvar al soldado Dívar -que menudo enfado tenía la consejera Uría- lo que ha sido un disparate y una causa fallida. Pero la vice que ayer era la presidenta en Funciones del Reino de España, como el Príncipe Felipe ejercía de “Rey en funciones” del mismo territorio está encantada aunque menuda carita tenía en el acto del bicentenario del Tribunal Supremo, donde Dívar, un cadáver exquisito, hizo su papelón antes de tomar la cicuta ante sus compañeros del Consejo General del Poder Judicial.

La ranita, como la Pimpinela escarlata, está por todas partes, la buscan por aquí, la buscan por allá, e incluso se dice que ha propiciado la operación de los 500 kilos para salvar a Prisa y conseguir el artículo infame de Juan Luís Cebrián, que pudo haberse titulado,  ”El crepúsculo de la ideologías”, obra cumbre de un pomposo pensador del franquismo, Gonzalo Fernández de la Mora, al que Cebrián seguramente admiraba en su juventud y al que ahora ha rendido homenaje en el diario El País pidiéndoles a los suyos y al PSOE que se dejen de bobadas ideológicas y se suban tocando las palmas y las castañuelas al carro rociero de Rajoy. Porque como dice el autor de “La Rusa” no está el patio para “dar lecciones de moral a nadie” y porque tal y como afirma Álvaro Alepuz: “lo que no son cuentas son cuentos”.

O sea los 500 millones del ala y de vellón a Prisa no han estado nada mal a cambio de la rendición de Cebrián al que ya veremos si le sigue Rubalcaba, camino de ese nuevo Movimiento Nacional, o gobierno de concentración, que ha sugerido el amo de Prisa y de El País. Aunque el derrotado líder del PSOE, Alfredo para sus amigos, sabe que sin Prisa él no es gran cosa y que se tendrá que allanar o, como poco, escurrir el bulto por la sombra. Peor lo tienen en El País y la SER. Y no digamos en El Mundo y ABC, donde los celos están a punto de estallar por causa del donativo a Prisa por parte del régimen imperante (poderes fácticos + Gobierno). Aunque por ahora se han limitado a dar tibias y planas noticias al respecto, convencidos ambos diarios de la derecha de que si a Cebrián le han dado una “libra de carne fresca” a ellos, que son atentos admiradores del campo liberal, al menos un hueso les tocará.

En realidad, en la Moncloa al ABC lo consideran territorio conquistado, porque siempre escribe a su favor y para los convencidos del PP sin una proyección fuera de Madrid o Sevilla y por supuesto sin presencia fuera de España. Sin embargo a El Mundo lo temen en Moncloa como a una vara verde y despotrican de él hasta el amanecer en los confundidos despachos de la tertuliana CMC –Consuelito ¿sigues ahí?-, pero al diario en sí no lo valoran porque con su estilo de periodismo tabloide no tienen influencia fuera de España ni sirve para domesticar al PSOE. Además a Pedro J. los de Rajoy no lo consideran de fiar (para pactar confían mucho más en Juan Luís Cebrián, como se acaba de comprobar) porque pactó con Zapatero y saben que el de Logroño odia a Rajoy y se ríe de “la ranita Sorayita”, por más que la invite a cenar en sus mansiones varias, porque todo el mundo sabe que para el director de El Mundo la más guapa del bosque encantado de la política nacional es doña Esperanza Aguirre, su “lideresa preferida”, y luego Rosa Díez de UPyD “la pinza” y la aguja de marear al PP.

A estos de El Mundo, como se descuiden, los esperará y los pillará Rajoy por la retaguardia en Italia como ya se hizo con la COPE en los tiempos del mandril aullador de todos Losantos. Es decir, si Zapatero intercedía ante Berlusconi en favor de Pedro J., para salvarlo de las iras del Rey, a Rajoy le tocará ahora hablar con Monti para que se los quite de encima, como en su día algunos emisarios purpurados hablaron con el Vaticano para sacar de la radio de los obispos a los “okupas” trogloditas.

Lo único malo del pacto triangular de Prisa, Gobierno y poderes fácticos para domesticar al PSOE es que puede haber llegado demasiado tarde si los mercados embisten con más fuerza a la deuda española y el gran rescate y los hombres de negro llegan a Madrid, como si asistiéramos al desembarco de los marcianos. En ese caso el cuento ruso que les ha vendido Cebrián de la gran coalición con el PSOE, y ¡con los sindicatos!, los empresarios y ¡la sociedad civil! Ese camelo a 500 millones la libra de carne se quedaría en nada, pero ellos habrán pillado el dinero y si te vi no me acuerdo. Entonces la ranita Soraya, que estaba sentada cantando debajo del agua, se quedará desconcertada y esperando el Príncipe Azul que la desencantará.

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