MURCIA.- Para la fotoperiodista de la agencia Reuters, Susana Vera (Pamplona,
1974), una buena fotografía de prensa «tiene que tener fundamentalmente
dos cosas: tiene que proporcionar una información que llegue al cerebro,
a la cabeza y al estómago y que, además, esa información te llegue de
una manera artística, que te haga que la mires más tiempo. Es decir, que
hay que utilizar la cámara de la mejor manera posible para que la
imagen tenga un valor añadido, jugar con la composición artística, la
luz, etcétera», añade la profesional, que impartió un taller en el
Mediterráneo Photo Festival (MED), que se celebra en la localidad costera de Águilas.
Formada
en el fotoperiodismo en la Universidad de Missouri-Columbia (EE UU )
–trabajó en diversos diarios estadounidenses, entre ellos The Herald
News, The Gurnee Sun y The News&Observer antes de regresar a España,
hace ocho años–, Vera colabora desde el año 2005 con Acción contra el
Hambre realizando proyectos fotográficos para sensibilizar a la
población y reflexiona asegurando que aprende «más fotografiando todo el
día a una ama de casa, que yendo a hacer una fotografía al presidente
del Gobierno con el mandatario x, donde fotográficamente y humanamente»
afirma que no aprende «nada».
La fotoperiodista, que ha recibido
numerosos premios como el Pictures of the Year International o el Premio
Godó en 2005 –por una imagen que captaba una conversación del rey Juan
Carlos con el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero en el Congreso– cree que «no solo en la fotografía, sino en la
vida hay muchas cosas que dependen del azar y de la suerte, pero
también es cierto que la suerte y el azar la tienes que buscar».
«En la
fotografía, tanto si es de prensa como artística –añade–, la paciencia
es una cosa fundamental», y cuenta que la imagen con la que ganó el Godó
«esta sacada precisamente sabiendo ser paciente... Alguien me dijo hace
mucho tiempo que las mejores fotografías se hacen antes y después de
los eventos. Era la apertura de la legislatura, ya habíamos cubierto la
situación dentro del parlamento y solo nos quedaba decidir quién de los
dos fotógrafos se iba a procesar las imágenes y quién se quedaba de
guardia hasta que saliera el rey. Tiramos una moneda al aire y me tocó
quedarme. Mientras estaba esperando me di cuenta del haz de luz tras la
puerta, estaba mirando la imagen y pensando ´ojalá pase el rey o
Zapatero por debajo del haz de luz´... No me podía imaginar que iban a
pasar los dos a la vez».
De los seis años que pasó trabajando en EE UU, «fundamentalmente en periódicos locales», Vera echa de menos «una información más a pie de calle, buscando la cara humana»; algo que no encuentra en la prensa española. «El periodismo español, por desgracia, esta sufriendo, deja de estar en contacto con la calle y muchas veces depende en exceso de agendas de comunicación, lo que hace que se corra el riesgo de hacer comunicados de prensa en lugar de información real y contrastada por varias fuentes. El periodismo español tiene que volver a la calle», sentencia.
De los seis años que pasó trabajando en EE UU, «fundamentalmente en periódicos locales», Vera echa de menos «una información más a pie de calle, buscando la cara humana»; algo que no encuentra en la prensa española. «El periodismo español, por desgracia, esta sufriendo, deja de estar en contacto con la calle y muchas veces depende en exceso de agendas de comunicación, lo que hace que se corra el riesgo de hacer comunicados de prensa en lugar de información real y contrastada por varias fuentes. El periodismo español tiene que volver a la calle», sentencia.
Dice
la fotógrafa de Reuters al diario 'La Opinión', que la foto que le hubiera gustado hacer es «la
que está por llegar», aunque reconoce que, «por desgracia», hay muchas
que le gustaría no haber hecho. «He cubierto cosas que preferiría no
haber tenido que cubrir; no por no ir, sino porque no existieran, como
el 11 M, la desnutrición en Niger... hay muchas», declara, y a los
jóvenes que acudieron a escucharla en Águilas les aconseja que
«para dedicarse a este oficio, lo primero que tienen que tener es una
conciencia brutal, hay unos principios y un código deontológico que hay
que defender y si creen que no tienen la capacidad de entenderlo o
defenderlo, entonces deberían replanteárselo». «Y esto lo digo –añade–
porque yo me lo replanteo día a día y no estoy segura si de aquí a 15
años voy a poder mantenerme en una profesión que cada día esta cambiando
tanto y que, por desgracia, cambia hacia un periodismo de peor
calidad. Lo que les digo a los jóvenes es que el periodismo es contar
historias de otras personas, así que si lo que quieres es contar tu
propia historia, mejor dedícate a otra cosa».
No hay comentarios:
Publicar un comentario