jueves, 13 de septiembre de 2012

‘Cinco Días’ y ‘Prisa Revistas’ amenazan con ir a la huelga

MADRID.- Tras la reunión celebrada en el día de hoy, la empresa ha prometido cambios para el próximo lunes. De ese modo ganan tiempo y evitan las pérdidas económicas y de prestigio, que supone la huelga.  Por ello en Cinco Días han desconvocado las jornadas de huelga de mañana y el lunes, manteniendo la del martes, a la espera de la oferta que Prisa les haga en la próxima reunión. La huelga de las revistas, que empieza el martes, también queda condicionada a lo que la empresa esté dispuesta a ceder en la próxima reunión, según 'Cuarto Poder'.

Los despidos colectivos presentados la semana pasada en el diario económico Cinco Días y en Prisa Revistas, que edita 28 publicaciones en papel y cinco digitales, han movilizado a las plantillas. Rápidamente las asambleas de ambas empresas han decidido acudir a la huelga para protestar por los despidos -que hacen inviable la continuación de sus productos, reduciendo las plantillas a la mitad- y por las indemnizaciones que pretenden abonar – las mínimas establecidas por ley.
Ayer se celebró, ante la Autoridad Laboral, el preceptivo acto de conciliación para evitar la convocatoria de la huelga, pero la oferta realizada por la empresa es muy pobre. En el caso de Cinco Días plantea 27 despidos (el mínimo de la horquilla que pretende, entre 27 y 32) y que la reducción salarial que va unida a la disminución de despidos -entre el 13 y el 15%- no sea indefinida sino temporal. Ni un día más de los 20 de indemnización.
Ante semejante oferta, los trabajadores no han retrocedido ni un palmo y mantienen la convocatoria de la huelga: 3 días en Cinco Días (14, 17 y 18 de septiembre) y otros 3 en Prisa Revistas (18, 19 y 20 de septiembre), por eso hoy mismo mantendrán otra reunión con la empresa, de la que esperan una propuesta por escrito. Tras recibir la nueva oferta empresarial, las plantillas se reunirán en asamblea de nuevo y decidirán si siguen adelante con la convocatoria de huelga. El máximo interés es conseguir mejores indemnizaciones para los despedidos, pues los despidos son inevitables y la empresa necesita autorización de “más arriba” para pactar unos finiquitos mayores, pues el monto total puede crecer exponencialmente.
Uno de los puntos más encontrados entre ambas partes es el acuerdo que se firmó en junio de 2011, en plena vorágine del famoso “plan de eficiencia operativa” del grupo, pensado para despedir a 2.500 personas, por el que la empresa se comprometía, entre otras cosas, a indemnizar a cualquier trabajador despedido del grupo con 45 días por año y a priorizar las bajas voluntarias, antes que los despidos forzosos.
Para la empresa, ese acuerdo ya ha expirado y no cubre este proceso de despido colectivo. Los trabajadores creen que el documento no tiene fecha de caducidad y que perfectamente ambos ERE pueden estar incluidos en él. Para discutir los términos más técnicos, se reunirá mañana el comite intercentros con la representación de la empresa.

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