MADRID.- Tras la reunión celebrada en el día de hoy, la empresa ha prometido
cambios para el próximo lunes. De ese modo ganan tiempo y evitan las
pérdidas económicas y de prestigio, que supone la huelga. Por ello en Cinco Días
han desconvocado las jornadas de huelga de mañana y el lunes,
manteniendo la del martes, a la espera de la oferta que Prisa les haga
en la próxima reunión. La huelga de las revistas, que empieza el martes,
también queda condicionada a lo que la empresa esté dispuesta a ceder
en la próxima reunión, según 'Cuarto Poder'.
Los despidos colectivos presentados la semana pasada en el diario económico Cinco Días y en Prisa Revistas,
que edita 28 publicaciones en papel y cinco digitales, han movilizado a
las plantillas. Rápidamente las asambleas de ambas empresas han
decidido acudir a la huelga para protestar por los despidos -que hacen
inviable la continuación de sus productos, reduciendo las plantillas a
la mitad- y por las indemnizaciones que pretenden abonar – las mínimas
establecidas por ley.
Ayer se celebró, ante la Autoridad Laboral, el preceptivo acto de
conciliación para evitar la convocatoria de la huelga, pero la oferta
realizada por la empresa es muy pobre. En el caso de Cinco Días
plantea 27 despidos (el mínimo de la horquilla que pretende, entre 27 y
32) y que la reducción salarial que va unida a la disminución de
despidos -entre el 13 y el 15%- no sea indefinida sino temporal. Ni un
día más de los 20 de indemnización.
Ante semejante oferta, los trabajadores no han retrocedido ni un palmo y mantienen la convocatoria de la huelga: 3 días en Cinco Días (14, 17 y 18 de septiembre) y otros 3 en Prisa Revistas
(18, 19 y 20 de septiembre), por eso hoy mismo mantendrán otra reunión
con la empresa, de la que esperan una propuesta por escrito. Tras
recibir la nueva oferta empresarial, las plantillas se reunirán en
asamblea de nuevo y decidirán si siguen adelante con la convocatoria de
huelga. El máximo interés es conseguir mejores indemnizaciones para los
despedidos, pues los despidos son inevitables y la empresa necesita
autorización de “más arriba” para pactar unos finiquitos mayores, pues
el monto total puede crecer exponencialmente.
Uno de los puntos más encontrados entre ambas partes es el acuerdo
que se firmó en junio de 2011, en plena vorágine del famoso “plan de
eficiencia operativa” del grupo, pensado para despedir a 2.500 personas,
por el que la empresa se comprometía, entre otras cosas, a indemnizar
a cualquier trabajador despedido del grupo con 45 días por año y a
priorizar las bajas voluntarias, antes que los despidos forzosos.
Para la empresa, ese acuerdo ya ha expirado y no cubre este proceso
de despido colectivo. Los trabajadores creen que el documento no tiene
fecha de caducidad y que perfectamente ambos ERE pueden estar incluidos
en él. Para discutir los términos más técnicos, se reunirá mañana el
comite intercentros con la representación de la empresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario