viernes, 26 de octubre de 2012

A mayor cantidad de información y fuentes, más imprescindibles son los periodistas


MADRID.- "A mayor cantidad de información y fuentes, más imprescindibles son los periodistas". Este es un buen titular que resumen la jornada del Labotarorio de la APM (Asociación de la Prensa de Madrid), celebrado bajo el epígrafe de "El papel del periodista en la nueva era de información continua". Carmen del Riego, presidenta de la APM: “Con tal sobreinformación, el periodista es más necesario que nunca” para seleccionar, explicar y “dar garantías de credibilidad” a los contenidos, pero también en la búsqueda de noticias propias con criterio periodístico, porque “no todas las fuentes están en Google”.

Ante la avalancha de información, fuentes y nuevas tecnologías al alcance de los ciudadanos, pudiera parecer que el papel del periodista se ha visto menoscabado en la era de internet. No. Todo lo contrario. Cuanta más sobreinformación, abundancia de fuentes sin contrastar y vías de acceso a la información haya, más imprescindible será la labor de selección, verificación, análisis y contextualización propia de los periodistas. 

Esta es la respuesta generalizada que se alcanzó en la novena edición del Laboratorio de Periodismo de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), celebrada en la sede de la APM ayer 25 de octubre, a la pregunta “¿Para qué sirve un periodista en la era de la información continua?”. No obstante, se pudieron oír otras voces que opinan que es necesario el periodismo ciudadano, aunque controlado por profesionales.

Los periodistas sirven para lo mismo de siempre”, contestaba Carmen del Riego, presidenta de la APM, solo que, “con tal sobreinformación, el periodista es más necesario que nunca” para seleccionar, explicar y “dar garantías de credibilidad” a los contenidos, pero también en la búsqueda de noticias propias con criterio periodístico. Porque “no todas las fuentes están en Google”, remarcó.

Berna G. Harbour, subdirectora de “El País”, hizo hincapié en la capacidad de jerarquización “que hemos tenido toda la vida en los diarios de papel y que se puede trasladar perfectamente a las versiones digitales”. “Un periódico no solo es lo que se publica, sino también lo que no se publica”, explicó.

Las papeleras de los medios están llenas de noticias”, recordó Marisa Ciriza, vicepresidenta de la APM. El periodista “debe ser un altavoz que filtre en el exceso de información”, salvando “la multiplicidad de fuentes incontroladas, que antes se sabía de dónde venían, y la rapidez que exige hoy la información”.

La multiplicidad de fuentes no es una amenaza, sino un recurso”, matizó Josu Mezo, que ejerce de observador de los medios en su atalaya de Malaprensa.com, desde la que opina que la función de los periodistas no ha variado: “ayudar a la gente a comprender el mundo en el que vive”.

Explicar, analizar, contextualizar, eso es lo que da sentido al periodista”, resumía Millán Berzosa, profesor de la Universidad Francisco de Vitoria y director de Comunicación de Ideas4all. “Son tiempos de gran responsabilidad para los periodistas, de autoexigencia. ¿Cuarto poder o contra poder?, pensemos menos en términos de poder y más en términos de responsabilidad”, aseveró.

Para Pau Llop, periodista y emprendedor social, el periodismo “está demasiado institucionalizado”, por lo que “no somos suficientemente accesibles para los usuarios”. “Tenemos que dejar de pensar que somos intermediarios, somos mediadores”, añadió.

Para explicar la crisis de la profesión periodística, la directiva de la APM Lucía Méndez utilizó la reciente deserción del personaje de ficción Clark Kent –álter ego del superhéroe Superman–, quien abandonó su diario hastiado del sensacionalismo. “Los lectores nos están influyendo en la jerarquización de la noticias”, afirmó. “Ahora hay un nuevo poder de influencia sobre los periodistas: las redes sociales”, a las que, en su opinión, no se les debe dar más importancia de la que verdaderamente tienen.

En desacuerdo se mostró Millán Berzosa, quien estimó que los problemas de la profesión no vienen por las redes sociales, sino por “la esclavitud del clic” de los modelos donde solo importan el número de páginas vistas o por cuestiones como, “por ejemplo, que un periodista no sepa qué preguntar en una rueda de prensa”.

“Los medios no tienen redactores ni siquiera para ir a las ruedas de prensa –aclaró Felipe Sahagún–, cómo van a tener para investigar: eso es lo que nos está pasando”. Para el periodista y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, los periodistas deben aprovechar al máximo la gran cantidad de fuentes disponibles en las redes sociales y en internet en general. “Quien no se adapta, desaparece; y eso ha sido siempre”, concluyó.

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