domingo, 21 de octubre de 2012

Intereconomía renegocia su deuda con bancos y proveedores tras perder 16 millones

MADRID.- Retrasos en el pago de las nóminas, expedientes de regulación de empleo, serias tensiones de caja… Intereconomía Corporación, cabecera del grupo editor de La Gaceta, atraviesa graves problemas económicos tras multiplicar sus pérdidas casi por 20 en el pasado ejercicio, que cerró con un saldo negativo de 16 millones de euros. Todo tras desplomarse su facturación en casi diez millones debido a la debacle publicitaria que recorre el sector. Según se admite en las últimas cuentas remitidas al Registro Mercantil, la compañía negocia con bancos y proveedores comerciales para “garantizar la viabilidad futura del negocio”, publica 'El Confidencial'.

La auditoría no puede ser más tajante. En primer lugar, advierte de que la sociedad presenta fondos propios y un fondo de maniobra negativos, una situación “indicativa de que la posibilidad de hacer frente a sus deudas a corto plazo dependerá de la obtención de los recursos financieros necesarios para hacer frente a los mismos en un plazo corto de tiempo”. La existencia de un fondo de maniobra negativo –salvedad ya incluida en las cuentas de 2010- implica que las exigencias a corto plazo de la empresa no están bien cubiertas, lo que puede provocar desequilibrios de tesorería.

Por ejemplo, la firma admite en su balance de situación normal -que presenta ligeras discrepancias con el incluido en la memoria- la existencia de facturas pendientes de cobro con clientes ajenos al grupo por valor de 3,6 millones. Sin embargo, tiene pagos comprometidos a corto plazo con acreedores comerciales por el doble, en concreto por 6,33 millones. Asimismo, Intereconomía presenta deudas con entidades de crédito a corto por importe de 17,82 millones de euros -una cifra que la memoria rebaja a 13,34 millones-, además de otros pasivos financieros a doce meses vista por valor de 3,89 millones. La auditoría confía el futuro de la sociedad al cumplimiento del plan esbozado por sus gestores y que abarca varios frentes.

En relación con los bancos, el grupo reconoce que “es necesaria una reestructuración financiera con el fin de que la liquidez de la sociedad se acompase con sus obligaciones de pago”. Para ello, se abrió en mayo de 2012 un proceso de renegociación con la banca para “reestructurar la deuda sindicada”. En paralelo, la compañía está al habla con las entidades financieras para flexibilizar “las condiciones de los contratos de financiación existentes al cierre del ejercicio 2011” y busca “fondos adicionales que permitan financiar el circulante de la sociedad hasta la ejecución efectiva de las operaciones de reestructuración”. Todo un tour de force.

Cinco meses para cobrar


La renegociación afecta también a sus proveedores. Y es que si el número de días en que la empresa superó el plazo legal de pago se quedó en 88 en 2010, la cifra se disparó el año pasado hasta los 154. “La sociedad está llevando a cabo un proceso de negociación de la deuda comercial con los principales proveedores, que tiene como objetivo la firma de nuevos vencimientos de los importes adeudados”, expone en la memoria la sociedad que preside Julio Ariza. Para volver a equilibrar el patrimonio neto del grupo, la compañía ha llevado a cabo durante el año 2012 ampliaciones de capital por valor de 7,07 millones de euros, además de obtener un préstamo participativo de 1,8 millones. El proceso va acompañado de un plan de reducción de costes estimado en 5,5 millones de euros anuales, centrado sobre todo en el ajuste de la plantilla.

“A la fecha de formulación de estas cuentas anuales se ha firmado un expediente de regulación de empleo por causas económicas. Como consecuencia de ello se ha reducido la plantilla de la sociedad en 68 personas, lo que supone un ahorro anual de 2.259 miles de euros”, reza el documento, que también detalla la reducción de otros gastos que van de la producción de programas al pago a profesionales externos. La compañía recuerda que “se ha procedido a la reducción de los salarios de la totalidad de la plantilla entre un 10% y un 15% en función del salario bruto. Esta reducción se ha aplicado también a colaboradores externos al personal de la sociedad. Esto supone un ahorro de costes de 1.730 miles de euros”.

Un esfuerzo que no llega para pagar las nóminas en plazo. Fuentes internas del grupo aseguran a El Confidencial que buena parte de la redacción aún no ha percibido el salario correspondiente al mes de septiembre, después de meses de retrasos recurrentes y habituales pagos fraccionados a partir de determinados umbrales de sueldo. Pese a las estrecheces, la empresa reconoce al ex consejero delegado de la firma José Manuel Diez Quintanilla, que accedió al cargo en 2006 y fue cesado a finales de 2011, una indemnización 400.000 euros.

Por el momento, las cuentas presentadas son las ordinarias, y no consolidan las empresas en las que el grupo participa. Sin tener en cuenta las pérdidas de 2011, el grupo acumula un agujero de ejercicios anteriores que se eleva a 19,15 millones. El ejercicio pasado podría haber sido incluso peor si la firma no se hubiera aplicado créditos fiscales por valor de 6,75 millones. En su defensa, Ariza asegura que “dispone del apoyo financiero de los socios y de terceros y tiene la certeza de la recuperabilidad de sus cuentas a cobrar y la posibilidad de hacer frente a sus compromisos a corto plazo”, expone la auditoría, elaborada por Grupo Andrés González. La esperanza de la compañía cara al año próximo se centra en los retornos que pueda recibir de productos como Tadeo Jones, película de animación en la que el grupo participa y que ha sido un éxito de taquilla sin paliativos.

Eso si no se abren nuevos frentes. Según se admite en la memoria, Hacienda puede ser un problema añadido para Intereconomía. “Durante el ejercicio 2011 se registran operaciones que podrían interpretarse como susceptibles de la existencia de pasivos fiscales de carácter contingente. La Dirección de la sociedad entiende que en caso de eventuales inspecciones, podrían surgir pasivos adicionales a los registrados por la sociedad”, expone la empresa. Eso sí, el informe deja claro que dichos pasivos, “en caso de producirse, no serían significativos en comparación con el patrimonio neto presentado en las cuentas anuales de 2011”.

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